­La Seguridad Social negoció el pasado año un total de 3.428 aplazamientos con empresas malagueñas -cerca de 300 al mes- por deudas en sus cotizaciones sociales, una cifra que todavía está un 50% por encima de la que se registraba antes de la crisis pero que, al menos, ha dejado ya atrás los máximos de casos de morosidad de hace tres o cuatro ejercicios, reduciendo además un 10% el volumen en relación a 2013. La deuda media negociada en 2014 para su pago aplazado alcanzó los 8.250 euros, para un volumen total de 28,3 millones en la provincia.

La directora de la Tesorería General de la Seguridad Social en Málaga, Rocío Blanco, explicó ayer a este periódico que entre estos deudores predomina un perfil de pequeña y mediana empresa, principalmente del gremio de la hostelería -como es el caso de algunos hoteles-, constructoras o firmas de la industria auxiliar de este sector. Además, también hay deudas de algunos pequeños ayuntamientos de la provincia, sobre todo del ámbito del interior, aunque para nada con los volúmenes que hace unos años se pactaron con consistorios como Vélez Málaga, Torremolinos o Manilva.

Para Blanco, el descenso en la cifra de aplazamientos revela una mejora en la economía del empresariado malagueño, aunque sigan persistiendo los problemas de liquidez. Por otro lado, los que incumplen con la Tesorería se enfrentan desde 2012 a un recargo automático del 20% -antes se comenzaba con un 3% que subía de forma progresiva, dependiendo del número de meses que se adeudaban-, algo que está llevando a las empresas a tener mucho más cuidado para estar al día en sus cotizaciones sociales.

La directora de la Tesorería destacó que se suele ser «comprensivo» con la situación de las empresas, siempre que se constate que el impago de las cuotas no obedece a la mala fe, por lo que a los morosos se les suele conceder el plazo máximo de cinco años en el plan de pago de las deudas.

«Las empresas han pasado ya lo peor. El mercado ha mejorado y muchas están encontrando algo más de capacidad de pago, por lo que pueden sentarse a negociar con nosotros el abono de estas deudas. A la Seguridad Social lo que le interesa es sacar a estas empresa adelante. Por eso tratamos de darles facilidades; por ejemplo que paguen una parte menor de la deuda los primeros años», apuntó. Eso sí, el aplazamiento exige avales bancarios o garantías hipotecarias en las deudas de más de 30.000 euros y también obliga a los beneficiarios a estar al día a partir de ese momento en sus cotizaciones sociales.

Sólo cuando la negociación con el moroso se torna imposible, la Seguridad Social opta por el embargo. De hecho, en 2014 se recuperaron más de 76 millones de euros por vía ejecutiva, una cifra sólo ligeramente inferior a la del pasado año y en consonancia con lo habitual en los últimos ejercicios.

La Tesorería, aún con déficit

Por otro lado, la Tesorería de la Seguridad Social cerró el año 2014 en Málaga con un déficit de unos 200 millones de euros, al computar ingresos en cuotas por valor de unos 2.600 millones de euros (la mayoría, unos 1.800, procedentes del trabajadores del Régimen General) frente a unos gastos de 2.800 millones (fundamentalmente pago de pensiones, además de algunos subsidios).

Blanco señaló que todavía falta algo de tiempo para que la provincia vuelva a los superávit que abandonó con la crisis aunque destacó que los incrementos de afiliación y de empresas de alta en 2014 invitan al optimismo. En concreto, Málaga cerró el ejercicio con subidas de más del 4% en ambos apartados, y en lo que llevamos de 2015 se está produciendo un alza similar. Ahora mismo, la provincia cuenta con 530.226 cotizantes y casi 53.900 empresas, prácticamente los mejores niveles a estas alturas del año desde 2009. «Málaga es de las provincias que más crece en ambos apartados. Y las previsiones siguen siendo buenas», dijo.