La ficción soñada de niños de pilotar una de las naves blancas que aparecían en la serie animada "Érase una vez en el cuerpo humano" para viajar por los lugares más recónditos del organismo se convierte en realidad gracias al robot quirúrgico Da Vinci.

Con el sistema robótico, los cirujanos pueden adentrarse en la profundidad de los órganos, apreciar cada uno de los tejidos que los recubren, sentir cómo la sangre bombea a su alrededor y lograr extirpar tumores de todo tipo a los pacientes de una manera mínimamente invasiva.

Se hace posible así la conocida película de 1987 "El chip prodigioso", en la que el protagonista se miniaturiza y se introduce en una cápsula y viaja al interior del humano, y es que ahora con una visión en 3D y sumo detalle el médico consigue a través de un monitor prácticamente estar dentro del enfermo.

El urólogo y subdirector médico del Hospital Regional de Málaga, Emilio García Galisteo, que lleva desde 2007 realizando operaciones con el Da Vinci, ha explicado a Efe que el robot logra una cirugía segura, con las mejores garantías, tanto de seguridad como de eficiencia.

García ha indicado que el sistema robótico consiste en un carro con cuatro brazos donde se acoplan los instrumentos que se van a utilizar y que todo ello está conectado a una consola, que se sitúa a pocos metros del paciente, desde donde el cirujano maneja el robot.

Junto a la sala de operaciones donde el resto de personal médico se prepara para una nueva intervención quirúrgica con el Da Vinci, el doctor ha señalado que el robot permite articular las pinzas con los siete grados de libertad del movimiento de la muñeca, lo que la laparoscopia no logra.

Asimismo, ha declarado que otro de los aspectos revolucionarios de esta máquina es la imagen en 3D, que, según el cirujano, consigue una mayor amplitud, que se vean mejor las estructuras y se puedan guardar, lo cual con la cirugía abierta no es posible.

García ha informado de que de este tipo de robot hay en Estados Unidos unos 2.200 instalados, en Europa 500 y en España 29, de los cuales 15 están en la sanidad privada y el resto en la sanidad pública.

En el caso del Hospital Regional de Málaga, el Da Vinci lleva siete años y con él se han realizado un total de 535 protectomías, 65 pieloplastias y 234 cirugías de colón.

A pocos minutos de que comience la operación, en este caso a un hombre de unos 60 años con un carcinoma de próstata, el doctor Emilio García ha manifestado que la mayoría de los robots se utilizan para urología, así como para cirugía general y ginecología.

Ha subrayado que, cada vez más, se está ampliando el campo, en ginecología para histerectomía con linfadenectomía tanto para el cáncer de endometrio como para el de ovario; y, en cirugía general, para el cáncer de recto, para gastrectomía, para los reflujos gástricos, etcétera.

El urólogo ha afirmado que con el robot los pacientes se van a recuperar antes, puesto que cuando se les practicaba una cirugía abierta el postoperatorio era de seis u ocho días, mientras que con el Da Vinci es de dos o tres días.

Ataviado de verde con mascarilla y gorro listo para operar, el cirujano ha subrayado que el robot ha supuesto una "revolución" y un paso más hacia la "excelencia".

Con un coste aproximado de 1.800.000 euros, el robot ya está preparado para ponerse a las órdenes del cirujano, mientras el doctor ha trasladado su deseo de que la industria continúe avanzando y construya robots que puedan instalarse de forma amplia en los quirófanos. E