El Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 22 años de prisión a un hombre acusado de acabar con su novia en su vivienda de Torremolinos en la madrugada del 12 de noviembre de 2013. Para ello, usó un punzó con el que propinó a su pareja, con la que llevaba tres meses, hasta 15 cuchilladas, ocasionándole lesiones en el cuello, la cara y la espalda.

De las 15, hubo dos mortales de necesidad. La víctima había bebido mucho esa noche, y el Tribunal considera probado que el acusado atacó a la perjudicada de "forma súbita, sorpresiva y sin necesidad de defensa alguna para la víctima". Asimismo, explica la sentencia, el encausado tuvo intención de aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la afectada.

Tras causar la muerte de la mujer, con la que mantuvo una discusión que desembocó en el crimen, el acusado se dirigió a la Comisaría de Torremolinos y dijo a los agentes: "Buenas noches, vengo a entregarme porque he matado a mi mujer".

Lo cierto es que, durante el juicio, el encausado alegó que él consumió esa noche mucho alcohol, que quería mucho a su pareja, con la que sólo llevaba tres meses, pero que ella nunca lo consideró mucho más que un amigo. Tras asesinarla, precisó, la llevó al sofá y comenzó a acariciarle el pelo y a hablarle.