Se repite la historia un año más, signo de que las cosas no terminan de mejorar en muchos hogares. Aún hay padres que tienen que recurrir a préstamos de dinero que le facilitan sus familiares y poder pagar las tasas para que sus hijos hagan la Selectividad. Unos exámenes que no sólo ponen a prueba los conocimientos de los alumnos, también el bolsillo de sus padres, que en situación de crisis tienen verdaderas dificultades para abonar la matrícula.

Ni el Ministerio ni la Junta de Andalucía han articulado ningún sistema de becas o ayudas que palíen este desembolso y que no es menor. Pese a que en Andalucía son más baratas que en otras comunidades autónomas y apenas si se han registrado subidas significativas, la situación que sufren muchos hogares, con todos sus miembros en paro y sin subsidio alguno, pueden suponer un esfuerzo inasumible.

Pilar Triguero, portavoz de la Federación Democrática de Asociaciones de Padres y Madres (FDAPA), explica que este año, quizás por desafección o apatía «al saber que por mucho que se pida no se consiguen ayudas específicas» no se han prodigado tanto las críticas como otros años. «Los padres piden prestado el dinero a sus familiares o amigos, pagan y se devuelven poco a poco cuando pueden», explica. No sirve de nada ni cartas, ni protestas ni recogida de firmas. Pero la necesidad existe.

Hacer la PAU en Málaga cuesta 58,76 euros, la fase general (pocos céntimos más que el pasado curso), es decir, las pruebas de las las asignaturas troncales que tienen que hacer todos los alumnos procedentes del Bachillerato. A esta cantidad habría que sumar 14,70 euros por cada una de las materias que elija el estudiante, hasta un máximo de cuatro, en la fase específica, que sirve para aumentar la nota.

La mayoría sólo se examina de dos asignaturas más, ya que únicamente cuentan las dos mejores notas en la media. Es decir, que el precio final ronda los 88,10 euros. Pilar Triguero apunta además que para hacer la Selectividad, los alumnos tienen que contar con el certificado de haber solicitado el título oficial de Bachillerato, que expide el Ministerio de Educación. Por lo que a esta cantidad, además, hay que sumar otros 52 euros para poder obtener este documento, imprescindible para poder examinarse.

En total, 140,16 euros del tirón. Un importante desembolso, inesperado por la mayoría, teniendo en cuenta que la capacidad de ahorro de muchas casas es limitada, por no decir inexistente.

Ni siquiera los alumnos con expedientes más brillantes reciben ningún tipo de subvención. Sin embargo, los escolares que concluyen el Bachillerato con un expediente de matrícula de honor sí gozan de exención absoluta en el pago de todos los créditos de las asignaturas en los que se matriculen en el primer curso de la carrera elegida.

Quienes forman parte de familia numerosa se benefician de un descuento del 50%.

Este año las pruebas se celebrarán los días 16, 17 y 18 de junio. Mañana concluye el plazo para presentar la documentación necesaria para llevar a cabo la matrícula. Después de ocho años consecutivos de incremento en el número de alumnos matriculados para hacer la Selectividad en Málaga, el pasado año esta cifra descendió levemente. Si en la convocatoria de junio de 2013 se examinaron 7.217 alumnos, en 2014 lo hicieron 7.177, insignificante, aunque supuso un cambio en la tendencia.