El mercado laboral de Málaga está siendo capaz de generar en este 2015, de momento, la mejor cifra de contratos que se recuerda desde el año 2007, el último de bonanza económica antes de que estallara la crisis, aunque con el peaje de mantener unas tasas de máxima temporalidad, ya que únicamente un 6,5% de las incorporaciones están siendo de carácter indefinido. La provincia ha firmado durante los cinco primeros meses del año más de 273.000 contratos, un volumen que supera ya en un 13% al que se registraba a estas alturas del año anterior y que no tiene parangón en todos los ejercicios marcados por la fase de recesión, según los datos recabados en el Observatorio Argos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). De hecho, la cifra es casi similar a la de hace ocho años (entonces eran 287.000 contratos), cuando el mercado laboral malagueño carburaba a su máximo nivel.

Los propios sindicatos CCOO y UGT reconocen que la reactivación económica es evidente, aunque reiteran la precariedad del mercado laboral (apuntalada por la reforma laboral del Gobierno) y el creciente predominio del empleo por horas en detrimento de la jornada completa. La economía malagueña siempre se ha caracterizado por una alta temporalidad debido a su dependencia del sector servicios -la industria turística es muy estacional- pero también es cierto que hasta el estallido de la crisis, la firma de contratos indefinidos alcanzaba porcentajes mensuales de hasta el 8,5%. La recesión y la falta de confianza de las empresas ha ido menguando en los últimos ejercicios ese porcentaje. Además, se ha acrecentado la modalidad del contrato a tiempo parcial, que ya supone entre el 40% y el 60% de las nuevas altas, sobre todo en segmentos como la hostelería. El secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, y su homóloga de UGT, Auxiliadora Jiménez, vienen denunciando que esta modalidad esconde muchos casos de «fraude» y «economía sumergida», ya que los trabajadores echan más horas de las que estipulan sus contratos.

Al margen de la calidad del empleo que se esté generando, las cifras de contratación de 2015 han provocado que el paro en Málaga a cierre de mayo (185.229 personas) vuelva a los niveles que se registraban en el año 2011, abandonando los picos récord de 2012 y 2013, y que la cifra de afiliados a la Seguridad Social (536.311) sea también la mejor a estas alturas del año desde 2009.

La mejora de la actividad es generalizada y aunque el grueso de las contrataciones se concentra en el sector servicios -turismo, hostelería y comercio, entre otras ramas- sí hay un sector que se está viendo especialmente beneficiado por esta tendencia al alza, la construcción, que en lo que va de año ha generado casi 28.000 contratos, un 12,5% más que en el anterior ejercicio. El paro en este sector se ha reducido así en más de 3.000 personas en lo que llevamos de ejercicio y los ocupados han pasado de 30.000 a 35.000.

En cuanto al desempleo, y pese a la tónica general de descenso (en Málaga hay 11.152 parados menos que hace un año), persisten datos muy preocupantes. El 55% de los parados malagueños no percibe ya ninguna prestación, tras haber agotado todas su coberturas. Además, el número de parados de larga duración con más de un año intentando encontrar trabajo (82.344, un 44,56% del total) sigue siendo caso el triple que al inicio de la crisis. Es una cifra, por otro lado, casi calcada a la de los 80.568 desempleados que son mayores de 55 años y que tienen una más difícil reinserción laboral, corriendo el riesgo, según alertan los sindicatos, de convertirse en parados crónicos. Está por ver si la incipiente reactivación económica es suficiente para crear oportunidades laborales a todas estas personas.