Trabajadores de los juzgados de Instrucción de la capital, encargados de realizar las funciones de guardia periódicamente, han trasladado a varios sindicatos su malestar por la situación en la que se encuentran las dependencias del Juzgado de Guardia, en el sótano de la Ciudad de la Justicia. Así, entre otras cosas, estos funcionarios han hecho llegar a sus representantes la necesidad de que, por ejemplo, se redistribuyan los espacios en el vestíbulo de forma que los denunciados e imputados o sus familias no coincidan con las de sus víctimas en el mismo sitio, dado que según explicaron varios de los empleados públicos a este periódico habitualmente hay conatos de pelea en esa sala.

Ésta es una vieja reivindicación. El secretario provincial del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), Juan Antonio Luque, considera esencial que se hagan salas de espera separadas. Arriba, a la entrada, efectivos de la Guardia Civil controlan la llegada de ciudadanos y profesionales a la oficina. Abajo, los vigilantes de seguridad realizan visitas periódicas a la sala de espera y al Juzgado de Guardia, profesionales que están 24 horas en el edificio. «Lo que se necesita, tal vez, es vigilancia permanente», recalca.

Juan Antonio Rubio, responsable de la Sección de Justicia de CSI-F Málaga, cree que el problema viene de lejos, dado que cuando se diseñó el edificio no se consultó a los trabajadores ni a los responsables judiciales sobre cómo debían distribuirse los espacios. «Todo el mundo está en la sala de espera, llega el denunciado y el testigo y se encuentran», describe. «Se deberían hacer salas de espera para testigos para que no se relacionen con los denunciados», apunta.

Reconoce que ha habido conatos de peleas de forma puntual y entiende que, tal vez, habría que aumentar la vigilancia en la zona, aunque insiste con especial interés en la necesidad de redistribuir los espacios. También reclaman que se aumenten las sillas en esa zona.

Algunos trabajadores aseguraron a este periódico que han vivido escenas de tensión y discusiones que podrían haber ido a mayores. Felizmente, eso nunca ha sucedido por la rápida intervención de agentes de la Guardia Civil y los vigilantes de seguridad privada.

Otra de las quejas de los funcionarios es que hay dos dormitorios sin ventilación y no existen duchas. En el Juzgado de Guardia de Incidencias, que se encarga de las buscas y capturas, los levantamientos de cadáveres o la recepción de denuncias, cada noche duermen tres funcionarios que, más allá de ir al servicio, no pueden completar su aseo de forma completa. «No hay ni un triste bidé ni una ducha. Si voy a un levantamiento de cadáver de un quemado, por ejemplo, o de un cuerpo que se ha descompuesto, vuelvo con la peste a muerto», aclaran. Ni siquiera tienen taquillas para dejar sus pertenencias.

Otra de las quejas es mucho más reciente. En concreto de las tres últimas semanas. Los funcionarios han detectado la presencia de cucarachas, algo que parece poco higiénico, entienden, y más con las materias que tratan. «Fumigaron el año pasado por primera vez y eso que la Ciudad de la Justicia se abrió en el año 2007», señalaron.

Juan Antonio Luque, de STAJ, reclama, tras escuchar a los empleados públicos, que se fumigue a fondo, al igual que hace su compañero de CSI-F, Juan Antonio Rubio. «Es necesario que se controlen las plagas y que se fumigue», apunta Luque, mientras que Rubio recuerda que el edificio está rodeado de jardines y es natural que, de vez en cuando, ocurran estas cosas, por lo que reseña la importancia de fumigar, antes de que el problema vaya a más.

En el espacio del sótano se encuentran el Juzgado de Guardia de Incidencias y el de Detenidos. Suele haber un tercero de guardia, en esta ocasión dedicado a celebrar juicios rápidos de faltas o delitos, depende del caso.

En los últimos años, algunos responsables judiciales han reclamado la oportunidad de crear un nuevo Juzgado de Guardia en Málaga, dado el alto volumen de asuntos que entran, sobre todo entre la Semana Santa y octubre.

En la Costa del Sol, las reivindicaciones sindicales se centran en reclamar a la Junta que los juzgados de Instrucción puedan hacer las guardias con la totalidad de la plantilla, y no con la mitad, en verano.