Dos estudios de ingeniería y el Ayuntamiento de Málaga, a través del OMAU, se han aliado para desarrollar un nuevo dispositivo que permita realizar mediciones de la contaminación en movimiento, utilizando para ello los autobuses de la EMT. Esta iniciativa, que se ha desarrollado durante dos años y medio de trabajo, ha culminado con el diseño y prueba de los dispositivos y del software necesario, que fueron presentados ayer y que, a medio plazo, empezará a ser comercializado a nivel nacional e internacional.

El director del Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU), Pedro Marín, explicó que este trabajo ha sido cofinanciado con fondos europeos del programa Civitas, lo que ha permitido desarrollar los nuevos dispositivos. Para su comercialización, reconoció que necesitan una importante inyección de dinero, para lo que se empezará a contactar con inversores privados interesados en formar una joint venture con el Ayuntamiento de Málaga y los estudios de ingeniería Ferrándiz 48 y EDP Ingeniería.

La fase de desarrollo del proyecto y prueba de los prototipos ha permitido comprobar la exactitud de estos sensores en movimiento, ya que hasta ahora sólo hay puntos de medición estáticos, que en el caso de Málaga ciudad pertenecen a la Junta y están en El Atabal, en Campanillas y en Carranque.

La idea de este proyecto es aprovechar los recorridos de los autobuses de la EMT para tomar mediciones por toda la ciudad y disponer de un mapa detallado de los puntos donde existe mayor contaminación. Para ello, los dispositivos se instalan en el techo de los vehículos y se programan para tomar mediciones cada hora durante el recorrido, localizando los puntos por GPS.

Rafael Cornejo, uno de los ingenieros implicados en este proyecto, explica que estos medidores toman una muestra de aire, la aislan, analizan la presencia de monóxido de carbono (CO), ozono (O3) y dióxido de nitrógeno (NO2), y expulsan la muestra.

Los valores obtenidos durante las pruebas han sido muy estables y cuadran con los niveles de los medidores fijos de la Junta de Andalucía, de modo que se aseguran una referencia válida para analizar los datos obtenidos.

Para los próximos meses se espera ampliar la instalación de dispositivos de medición, ya que ahora se cuenta con sólo los dos primeros dispositivos en servicio. La idea es instalar una quincena en autobuses de la EMT y disponer de unos cuantos fijos en puntos de gran concentración de actividad que también medirían la presencia de partículas en suspensión y el ruido.

Sobre las aplicaciones de este sistema de medición, Pedro Marín subrayó que son unos instrumentos de gran precisión para conocer los niveles de contaminación de una ciudad en tiempo real y localizar los focos, lo que puede facilitar la toma de decisiones del gobierno municipal.

Los primeros datos obtenidos por este sistema con los dos primeros dispositivos se podrán consultar en la web www.city-sens.es, aunque ya se adelanta que el nivel de aire es admisible en la ciudad. Los peores resultados se han detectado en las cocheras de la EMT, aunque eso se explica por la concentración de autobuses.

El director del OMAU, sin embargo, señaló que los datos de contaminación del aire en Málaga han mejorado mucho a partir de 2008 por el impacto de la crisis, que ha reducido el tráfico un 26% en siete años. Pedro Marín, que se refirió a las mediciones realizadas por la Junta de Andalucía, recalcó que en ningún caso se alcanzan niveles graves en la ciudad. La escasez de industria, la presencia del mar y el régimen de vientos favorecen que las concentraciones de contaminación sean muy leves.