Buenas tardes, señor alcalde, concejales, autoridades, medios de comunicación, y público que nos acompaña, también a aquellas personas que siguen la sesión desde el salón de los espejos o medios de retransmisión.

En primer lugar, felicitar a todos los ediles electos de esta corporación y al recién elegido alcalde de la ciudad, D. Francisco de la Torre.

En segundo lugar, agradecer a todos los malagueños y malagueñas que con sus votos nos han dado su confianza y la responsabilidad de representarlos en este ayuntamiento durante los próximos cuatro años.

Una felicitación y un agradecimiento que quiero hacer extensivos a todos los vecinos y vecinas de Málaga, independientemente del sentido de su voto en las elecciones municipales, o incluso de si votaron o no en las mismas.

Acabamos de constituir el pleno de la corporación municipal que es resultado de la soberanía popular de la ciudadanía malagueña expresada en las urnas el pasado 24 de mayo.

A juicio de los concejales del grupo municipal de Málaga para la Gente, la mayoría de los electores que ejercieron su derecho en las elecciones municipales en nuestra ciudad lo hicieron en favor de un cambio en el Ayuntamiento de Málaga. Un cambio en las políticas que se han llevado a cabo en la ciudad en los últimos veinte años, y un cambio sobre todo en los modos de ejercer la política municipal.

Como representante del grupo municipal Málaga para la Gente quiero trasladarles a ustedes, y al conjunto de vecinos y vecinas de Málaga, el compromiso que adquirimos durante la campaña electoral de defender los intereses de la gente, de situar el bienestar de las personas en el centro de la prioridad de nuestra acción política, y de intentar que esta sea la prioridad también de este Ayuntamiento.

1.- Un compromiso con la ciudadanía de intentar que este ayuntamiento sea un ayuntamiento que luche de forma activa y decidida contra la pobreza que afecta a miles de malagueños, especialmente contra la pobreza infantil; un ayuntamiento que se marque como objetivo principal la garantía del sustento de todos y todas las malagueñas, la garantía de que ningún vecino puede verse privado de los suministros básicos de luz, gas y agua; y la garantía de que todos los servicios municipales (como el transporte, la cultura o el deporte, entre otros) sean accesibles a todos los habitantes de la ciudad.

2.- Nuestro compromiso es también conseguir una Málaga libre de desahucios, con un ayuntamiento que se enfrente a los bancos desahuciadores y defienda a las familias y personas en riesgo de ser desahuciadas simplemente por haber caído en el paro.

3.- Nuestro compromiso es defender una Málaga más democrática, donde los vecinos y vecinas tengan opciones reales de participar en las decisiones políticas municipales y en la gestión cotidiana, opciones reales de elegir las prioridades a las que deben de destinarse los recursos públicos, los recursos de todas y todos. Defender también una gestión austera y transparente, pues si ésta es siempre una obligación de los representantes públicos, en el momento de grave emergencia social en el que nos encontramos, cobra un carácter de exigencia ética y política de primer orden y la ciudadanía lo está demandando de manera contundente y unánime.

Eliminar los gastos superfluos resulta imprescindible para liberar recursos para destinarlos a las prioridades sociales

4.- Nuestro compromiso por conseguir un ayuntamiento que desarrolle políticas activas que den empleo directo a los malagueños y malagueñas, destinando suficientes recursos públicos para ello, no sólo aunque también a la formación y a la orientación. El ayuntamiento debe ser un agente dinamizador del empleo en la ciudad, empleo que puede y debe servir además para llevar a cabo tareas de interés general hoy abandonadas por la iniciativa pública y privada, sobre todo en el ámbito de la rehabilitación y reequipamiento de los barrios, en la regeneración medioambiental y en el cuidado de las personas.

5.- Nuestro compromiso de defender unos servicios públicos de calidad, gestionados con participación social y con criterios de austeridad, eficacia y transparencia. Lo que forzosamente supone luchar contra la vorágine privatizadora que venimos sufriendo en los últimos años, también en el ayuntamiento de Málaga. Es precisa una política fiscal más justa y equitativa en la que paguen más quienes más tienen.

6.- Nuestro compromiso con hacer de Málaga una ciudad más igualitaria e inclusiva, facilitando la convivencia entre todas las personas que habitan esta ciudad, y luchando contra la discriminación por razón de género, raza, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra.

7.- Nuestro compromiso con conseguir una Málaga que no expulse a sus jóvenes, que les dé oportunidades de trabajo, de formación y de ocio. Una Málaga que cuide de sus mayores, que tras una vida de esfuerzo merecen respeto y dedicación por parte de su ayuntamiento.

8.- Nuestro compromiso con la defensa de una Málaga más verde, de un nuevo modelo de movilidad más sostenible y eficaz, de una mejor gestión, desde lo público de la limpieza, sobre todo en los barrios.

9. Reiteramos aquí y ahora nuestro compromiso también por trabajar para que la ciudadanía recupere el derecho a la ciudad, a un urbanismo al servicio del interés general y no de los intereses especulativos. El modelo de ciudad especulativo ligado a la época de la burbuja inmobiliaria y a la cultura del pelotazo ha de concluir y dar paso a otro modelo centrado en el interés y el bienestar de las personas. Han de revisarse los convenios urbanísticos especulativos, la ciudadanía debe recuperar el derecho a disfrutar de sus calles y plazas, de los espacios y equipamientos públicos hoy privatizados por vía de convenios o por la vía de los hechos.

10.- Y reiteramos también nuestro compromiso porque este mandato corporativo sea el de los barrios. Málaga son los barrios, y en ellos viven la inmensa mayoría de la población. Hay que conseguir que los malagueños y malagueñas tengan los mismos derechos de acceso a los equipamientos públicos y disfruten de servicios municipales en pie de igualdad, independientemente del barrio en el que vivan. Es imprescindible un plan extraordinario de inversiones en los barrios para la reurbanización y reequipamiento de los mismos.

Ninguna fuerza política ha obtenido la mayoría absoluta de los votos ni de los escaños en esta corporación. Esto forzosamente ha de significar un cambio profundo en la forma de dirigir la ciudad.

La época de utilizar la confrontación del ayuntamiento con otras administraciones, en pos de intereses puramente electoralistas, y en perjuicio de los intereses de la gente, debe concluir ya. La ciudadanía viene demandando la colaboración y cooperación entre las distintas administraciones públicas.

La época del rodillo de la mayoría absoluta ha concluido, se impone una nueva etapa de diálogo, consenso y acuerdos entre las distintas fuerzas políticas, buscando siempre el bien común y el beneficio a la gente.

En este sentido, expresamos nuestra más absoluta disposición a contribuir a que el mandato corporativo que hoy comienza sea provechoso para Málaga. Los resultados electorales nos sitúan en la tarea de oposición, y pueden estar seguros que la ejerceremos con responsabilidad y lealtad y, como siempre, con tesón y entusiasmo en defender los intereses de la gente como máxima prioridad.