­El delegado de Ausbanc en Málaga, Alfredo Martínez, comunicó ayer los detalles de una sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Málaga que declara la nulidad por vicio en el consentimiento de un bono estructurado comercializado por Deutsche Bank y lo condena a devolver 30.400 euros. Martínez dijo que la «falta de información ofrecida por la entidad» y el «total desconocimiento de los clientes de lo que estaban contratando» han sido claves para que el juzgado declare la nulidad. También añadió que este tipo de productos «especialmente complejos» no son aptos para perfiles conservadores, como era el caso de las personas afectadas.

«Hay que destacar de esta sentencia que se trataba de un matrimonio que confiando plenamente en el director de su sucursal bancaria, invirtieron 50.000 euros en bonos estructurados, creyendo que el capital estaba garantizado al 100%. Durante el procedimiento el esposo falleció y es ahora su viuda la que recupera las cantidades invertidas», explicó. Los bonos estructurados son un instrumento financiero cuyo rendimiento se encuentra asociado a la evolución de otro activo (acciones, índices, divisas, materias primas). Para obtener rentabilidad están sujetos a que se cumpla una cierta condición. «Son, sin lugar a dudas, productos complejos dirigidos a inversores con importantes conocimientos financieros», recordó.