El nuevo Mercado de la Merced estará abierto para la próxima Feria de Málaga y permitirá crear un centenar de empleos entre los 20 establecimientos de hostelería previstos en este espacio y los 17 puestos de mercado que había antes de su remodelación.

El arquitecto que promueve esta actuación, José Luis Blanco-Astigarraga, destacó que los puestos de hostelería estará gestionados por el Grupo Lezama, impulsor de la Taberna del Alabardero y con experiencia en la gestión de estos espacios gourmet, ya que ha sido el impulsar del Mercado de San Miguel, en Madrid, que ha logrado un importante éxito con la combinación en un mismo espacio de diversos establecimientos de tapas de calidad.

El objetivo de los promotores del Mercado de la Merced y del nuevo gestor es inaugurar el nuevo espacio para comienzos de septiembre, aunque abrirán al público unos quince días antes, para aprovechar la celebración de la Feria de Málaga (15 al 22 de agosto).

Luis Lezama, propietario y fundador del Grupo Lezama, explicó que el centenar de empleos previstos corresponderán a la reapertura de los 17 puestos de mercado que ya había y a la instalación de veinte establecimientos hosteleros y que se nutrirán, fundamentalmente, de alumnos de las Escuelas de Hostelería del Grupo. No obstante, queda abierto un proceso de selección para cubrir puestos de camareros, cocina, limpieza y mantenimiento, pudiéndose enviar los currículum a través de la página web del Grupo Lezama (http://www.grupolezama.es).

El presidente del Grupo Lezama apuntó que quiere recrear en el Mercado de la Merced el modelo aplicado en el madrileño Mercado de San Miguel, impulsando esta iniciativa en «una zona olvidada» situada entre los polos de actividad entre el Teatro Cervantes y la Casa Natal de Picasso.

De cara al futuro, Luis Lezama confirmó que, tras la apertura de este espacio en verano y en colaboración con los promotores del Mercado de la Merced, «vamos a establecer anualmente un concurso de creación de productos gastroalimentarios de Málaga y de toda la región».

Lezama destacó la apuesta por este proyecto como una forma de reforzar la presencia de su grupo en la ciudad de Málaga, a la que considera como «la ciudad emergente más importante de España, tocada de la mano de Dios». «El turista está harto de la globalización», advirtió Lezama, quien resaltó de que la apuesta hostelera en este espacio se basará en los productos de la tierra para ofrecer algo diferente al visitante.

Uno de los objetivos que se plantea el Grupo Lezama es aprovechar la situación del mercado, en un espacio de gran tirón cultural, para crear sinergias entre el mundo gastronómico y el cultural. «Hemos creado un espacio en la calle para los pintores, como en París. Pintando en la calle diariamente para que todos los ciudadanos vean que hay artistas. Queremos crear el gran espacio donde el malagueño vaya y encuentre un poco de todo», indicó Blanco-Astigarraga.

Luis Lezama, por su parte, destacó que este nuevo uso gastronómico supone «una importante reactivación» de los mercados tradicionales, que atraviesan en muchos casos una complicada situación. No obstante, aseguró que «no es una tarea fácil» y resaltó la importancia del capital humano y la calidad de los productos para el éxito de la iniciativa.