Enésimo capítulo del drama que sufre el Consorcio Escuela de Hostelería de Benalmádena La Fonda, que durante todo este año ha mantenido cerradas sus cocinas y ha permanecido sin actividad académica debido a los impagos de la Junta de Andalucía con los proveedores y a los continuos retrasos en los pagos de las nóminas de los trabajadores. Ahora el juzgado de lo Social número 6 de Málaga podría haber dado la puntilla final a este emblemático centro de formación de hostelería al dictar que se proceda el próximo martes al embargo de los bienes, del material de cocina y otros activos del Consorcio Escuela de Hostelería de Benalmádena La Fonda para hacer frente al pago de 240.993 euros y de 24.099 euros al que ha sido condenada por la extinción del contrato y la indemnización equivalente a José Roldán, primer maitre de La Fonda, y de Antonio Pedraza, jefe de cocina de la escuela.

La sentencia a la que ha tenido acceso este periódico da la razón a los dos trabajadores que habían solicitado la extinción de sus contratos por el impago continuado de sus nóminas. La demanda, que al principio iba contra el Consorcio Escuela de Hostelería de Benalmádena La Fonda, la Consejería Educación, el Ayuntamiento de Benalmádena y la Agencia Andaluza de Educación y Formación, finalmente fue aceptada sólo contra el Consorcio Escuela al que se le condena «por que ha incumplido gravemente sus obligaciones contractuales con los demandantes». En el fallo se recoge que da por extinguida la «relación laboral que unía a las partes», condenando en concepto de indemnización al pago de 109.194 euros a José Roldán y de 108-360 euros a Antonio Pedraza.

Estos dos trabajadores de la escuela de hostelería interpusieron la demanda el 11 de diciembre de 2014 en acción resolutoria del contrato de trabajo por el «retraso» en el pago de las nóminas y solicitando además una reclamación de cantidad. La última nómina que tanto el primer maitre como el jefe de cocina habían recibido era de junio de 2014 y de forma parcial, adeudando el día en el que se dictó la sentencia más de 32.000 euros a cada uno, cantidad que fue reconocida por el propio consorcio.

La jurisprudencia en la que se ampara el juzgado de los Social número 6 de Málaga para dar la razón a Roldán y Pedraza exige que para que prospera la causa resolutoria a instancias del trabajador basada en la falta de pagos o retrasos continuados en el abono del salario pactado es necesaria la concurrencia del requisito de «gravedad» y no de retrasos breves o esporádicos en el incumplimiento empresarial. La titular del juzgado entiende que se da la primera circunstancia y determina el supuesto de extinción de relación laboral al considerar que sea cual sea la situación de la empresa, éstas no tienen por qué ser soportadas por los trabajadores.

La jueza desestima también el argumento de la defensa de que uno de los trabajadores, José Roldán, estaría cometiendo un fraude de ley al estar próxima su edad de jubilación.

El próximo martes una comisión judicial se personará en la Escuela de Hostelería de Benalmádena La Fonda para el embargo de bienes muebles y cuentas de la demandada, lo que podría ocasionar la puntilla que remate a una escuela de hostelería que durante todo este año no ha tenido actividad y a la que se le cortó la luz, internet... por los impagos de la Junta de Andalucía.

Se da la circunstancia de que hace pocos días se abrió el plazo de inscripción para el próximo curso y podría darse la situación de que los futuros alumnos no tengan cocinas y utensilios con los que practicar debido al embargo ordenado por la jueza.