¿Por qué se presenta?

Mi reciente etapa como miembro de la junta de gobierno confirma mi creencia en la importancia de participar en las instituciones. A pesar de haber completado en estos años tareas apasionantes, aún quedan cuestiones a las que dedicar esfuerzos. La experiencia adquirida en esta difícil etapa que ahora concluimos puede ser un valor a aportar.

¿Qué elementos cambiaría en el Colegio?

La ausencia de actividad en el sector de la construcción y una falsa Libre Competencia importada de Europa, y mal interpretada por nuestros dirigentes, están enturbiando el presente y futuro de nuestros arquitectos. Por otro lado, una actividad excesivamente regulada dificulta salidas profesionales más novedosas, que tampoco se ven favorecidas por estructuras académicas muy rígidas y poco adaptadas a los nuevos tiempos. En el subconsciente colectivo todavía se nos responsabiliza de los excesos urbanísticos y el desaforado crecimiento del pasado más reciente, sin reconocernos la gran labor que desempeñamos en la sociedad. Desde el Colegio debemos apoyar incondicionalmente a nuestros colegiados, poniendo en valor su papel social, reivindicando un trato profesional justo y unos honorarios acordes a nuestras responsabilidades; es necesario dar a conocer qué tareas puede realizar un arquitecto. Somos la herramienta que, en manos de la sociedad y los usuarios, ayuda a modelar las ciudades y nuestro entorno urbano, pero que también participa en dar forma a los lugares de ocio o trabajo e incluso a los hogares.

¿Cómo se puede ayudar más a los colegiados?

El Colegio debe seguir con la modernización de su funcionamiento interno, apostando por las nuevas tecnologías, tanto para la gestión propia como para la relación con los colegiados. La implementación de las tecnologías en los trámites colegiales es bastante alta. Es esta etapa se ha consolidado la tramitación telemática o digital del visado de los proyectos, así como otros muchos de los trámites habituales. Se ha abierto la posibilidad del voto por medios telemáticos, para lo cual se han debido adaptar los estatutos particulares, aunque el desarrollo del software preciso aún no está a nuestro alcance y será un reto para el futuro más inmediato. La mala situación económica ha propiciado cierto distanciamiento entre los colegiados y de éstos con el Colegio. Las relaciones entre compañeros es una fortaleza de nuestro colectivo que debemos recuperar cuanto antes. La esperada mejoría de la economía en general, aplicada a las cuentas colegiales supondrá una bajada de las cuotas mediante su revisión y ajuste periódico.

¿Qué propone para fomentar la proyección pública del Colegio?

El incremento de la proyección pública de los arquitectos gracias a la constante presencia en los medios y en los ámbitos de opinión ha sido uno de los logros de la legislatura que ahora concluye, por lo que creo firmemente en esta participación institucional en la vida pública. Estar atento a los temas de actualidad y debate en nuestra provincia, así como ofrecer una opinión técnica, especializada, objetiva e imparcial en los asuntos propios de nuestro colectivo, son obligaciones y responsabilidades que un decano no puede eludir. La defensa pública de los intereses de los arquitectos ante las instituciones y la sociedad en general, será tarea prioritaria de esta candidatura.