La Fiscalía pide en su escrito de conclusiones provisionales 18 años para cada uno de los tres acusados de uno de los primeros secuestros exprés que tuvieron lugar en Málaga, acaecido a las 23.30 horas del 14 de mayo de 2009 en una vivienda del Puerto de la Torre. Los retenidos fueron los miembros de una pareja magrebí a la que asaltaron, haciéndose pasar por policías, cuando llegaban al garaje de su casa en compañía de sus hijos menores, uno de ocho años y otro de siete meses, así como de la abuela de los pequeños.

La historia se resolvió satisfactoriamente para las víctimas y la retención en una vivienda del Puerto de la Torre sólo duró dos horas. A cambio de su libertad, les pidieron 120.000 euros que no llegaron a cobrar. Además de los tres acusados, participaron en el operativo otros dos individuos que no han sido localizados y todo se hizo por encargo de un magrebí que está huido de la justicia.

En total, la Fiscalía les pide 54 años por detención ilegal, robo con violencia e intimidación, depósito de armas de guerra, una falta de lesiones y otra de estafa. El juicio acaba el miércoles, 24 de junio, en la Audiencia Provincial de Málaga.

Los tres procesados, todos ellos españoles, por encargo de Mohamed S., que utiliza otras dos identidades, se concertaron «con el propósito de obtener un beneficio económico ilícito» para secuestrar a un matrimonio de origen magrebí y exigirles una importante cantidad de dinero haciéndose pasar por agentes de la policía, dice el fiscal.

Así, a las 23.30 horas del 14 de mayo de 2009, todos los procesados se dirigieron al garaje del domicilio que el matrimonio tiene en una calle de la capital y allí los esperaron. Cuando la familia -iban ellos dos, sus hijos de ocho años y siete meses y la abuela de éstos- llegó al parking a bordo de su mercedes, dos de los acusados los asaltaron gritando: «Policía», a la vez, añade el fiscal, «que les mostraban una placa insignia del Cuerpo que portaban en sus manos». Llevaban también unos Walki Talkies y uno de los asaltantes portaba una pistola metálica. Al instante, les indicaron que «eran de asuntos internos».

El ministerio fiscal continúa su exposición asegurando que luego los esposaron y, con la ayuda de dos individuos que no han sido identificados al llevar la cara tapada, «los sacaron a empujones del garaje». Una vez fuera, uno de los dos secuestradores llamó al otro por el walki-talkie y, tras identificarse como «Cobra 1», le indicó que acudiera al lugar a recogerlos. «Preséntese en el sitio indicado», precisó. Al instante, los subieron a un Chrysler Voyager mediante fuertes empujones y amenazas de muerte y les taparon la cara con camisetas sujetas con cinta adhesiva.

A continuación, los cinco acusados los llevaron a la vivienda de uno de ellos, ubicada en una calle del Puerto de la Torre, «donde los tuvieron retenidos más de dos horas con la cara tapada en todo momento, exigiéndoles la entrega de 120.000 euros e intimidándoles con la pistola» con continuas amenazas de muerte a ejecutar sobre ellos o sus familias. Finalmente, los llevaron en otro coche hasta su casa y los liberaron con la advertencia: «Sabemos donde vivís, vamos a ir a por ti y a por tu familia».

Antes de liberarlos, les robaron un bolso y una mochila que contenía 440 euros en metálico, el mando del garaje, llaves, tarjetas y móviles. Al día siguiente, realizaron varias extracciones de dinero en diversos cajeros de la calle Lope de Rueda del Puerto de la Torre. En las tres viviendas de los asaltantes se hallaron prismáticos, pasamontañas, 73 cartuchos de munición, y una pistola subfusil, «un arma de guerra» prohibida. Además de los 18 años de cárcel, se piden penas de alejamiento del matrimonio secuestrado de un idéntico periodo de tiempo.