­La Junta confirma que más de 4.600 niños sin recursos de la provincia, usuarios del plan de garantía alimentaria durante los meses de clase, se quedarán sin las tres comidas durante sus vacaciones de verano. Solo habrá plazas para un millar de menores, como máximo, en las once escuelas de verano que comenzarán a funcionar el 1 de julio en las zonas más deprimidas de Málaga.

Según los datos ofrecidos a principio de curso por el Gobierno andaluz, la Junta preveía atender en estos nueve meses a 5.600 niños en los colegios públicos de Educación Infantil y Primaria. Niños que hasta pasadas las vacaciones de Navidad, sin embargo, no recibieron las bolsas con la merienda. Un auténtico drama para todas estas familias.

Según anunció ayer el delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, estas once escuelas de verano, que se repartirán en barrios deprimidos de la geografía de la provincia, se encargarán de garantizar las tres comidas a los menores que viven en situación de riesgo de exclusión social durante las vacaciones estivales. Se mantendrá así este refuerzo alimentario a través de un programa que se presentó ayer, último día del año lectivo; hasta el punto de que profesores y directores de colegios encendieron las luces de alarma porque aún no sabían qué decirle a los padres cuando preguntaban por este plan.

Las escuelas mantendrán su actividad durante dos meses: desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto. Se desarrollarán en Los Asperones, Palma-Palmilla, zona Centro de Málaga, La Corta-Monte Pavero y Las Castañetas, en Málaga capital; La Gloria y Cuesta del Visillo en Vélez Málaga; Las Albarizas en Marbella y la Dehesa-El Fuerte del municipio de Ronda.

Según destacó Ruiz Espejo, la Junta de Andalucía mantiene su compromiso para seguir ofreciendo en verano «las tres comidas diarias que se han procurado en los comedores escolares durante el período lectivo a los menores de las familias con menos recursos». De inicio, serán al menos 840 menores los que se beneficiarán en Málaga de esta medida relacionada con la alimentación, aunque, al igual que el pasado año, lo habitual es que, una vez iniciadas, se incorporen nuevos menores, hasta llegar al millar, cifra que ya se alcanzó en 2014, según recordó.

Esta medida que incluye el Decreto de Inclusión a través del empleo y medidas Extraordinarias de Solidaridad, «da una respuesta coordinada, eficaz y eficiente a las necesidades alimentarias básicas de las familias que peor lo están pasando», explicó el delegado del Gobierno, quien agradeció el compromiso de las entidades que participan en la gestión de las escuelas de verano.

El programa cuenta con un presupuesto de 290.000 euros para la provincia de Málaga. «Además de ofrecer una alimentación adecuada a los menores, también se les proporcionan actividades socioculturales, educativas y lúdicas para que su desarrollo infantil sea el adecuado», añadió. Están organizadas por entidades y ONG que trabajan en las Zonas con Necesidades de Transformación Social con una amplia implantación y experiencia en la gestión.