El 35 por ciento de los malagueños tiene previsto gastar entre 30 y 50 euros en el periodo veraniego de rebajas. Entre los productos más demandados, el 85 por ciento se decanta por ropa y calzado como los favoritos, dejando electrodomésticos y aparatos electrónicos como segunda opción.

Así, según la encuesta realizada por la Unión de Consumidores de Málaga para conocer cómo puede desarrollarse la temporada de rebajas que comienza este miércoles, 1 de julio, ocho de cada 10 malagueños afirman que realizarán alguna compra aprovechando los descuentos.

Además, el 84,2 por ciento de los encuestados con trabajo indican que comprarán en rebajas, mientras que entre los desempleados la cifra desciende hasta el 66,6 por ciento. En cuanto al gasto, un nueve por ciento cree que desembolsarán más de 100 euros, mientras que el 17,61 por ciento considera que no superará los 30 euros.

Por otro lado, seis de cada 10 aseguran que su gasto será similar al del mismo periodo de rebajas del año pasado, mientras que el 24,2 por ciento manifiesta que realizarán compras por un valor superior, mientras que sólo el nueve por ciento cree que su gasto será menor.

Este dato varía con respecto al sondeo del año anterior, en el que únicamente el cinco por ciento afirmó que gastaría más que otros años y el 40 por ciento dijo que sus compras serían de menor desembolso que en otras rebajas de verano.

Presupuesto

En torno al 60 por ciento de los encuestados dice no realizar un presupuesto a la hora de realizar sus compras, a pesar de que es uno de los consejos básicos a tener en cuenta para adquirir lo que realmente se necesita y no gastar más de lo necesario, según han indicado desde la organización en un comunicado.

Destaca especialmente que sólo el 36,8 por ciento de los que tienen empleo realicen este presupuesto, cifra que asciende hasta el 55,6 por ciento entre los desempleados, de lo que se deduce un mayor miedo a derrochar, controlando el gasto a través de ese presupuesto asignado. Además, el 54,5 por ciento señala que compra artículos en rebajas para su uso en otras estaciones.

En cuanto a posibles anomalías, el 60,6 por ciento asegura haber detectado en alguna ocasión incidencias a la hora de realizar sus compras en rebajas. Las principales, y que se repiten año tras año según la organización, son: productos en mal estado (37,5%), jugar con los precios (25%), encontrar artículos de otras temporadas (37,5%) y falta de personal (18%).

Asimismo, casi el 80 por ciento de los encuestados cree que los consumidores están expuestos a una mayor vulneración de sus derechos en el periodo de rebajas.

Cambio en la legislación

Desde la Unión de Consumidores han recordado que, tras la aprobación del Real Decreto-ley 20/2012 de julio de 2012, que modificaba la regulación del comercio minorista a nivel estatal, los establecimientos pueden disponer los periodos de rebajas cuando lo deseen.

Además, ya no han de limitarse a invierno y verano ni existe duración máxima ni mínima. Eso sí, los productos rebajados han debido ser puestos a la venta, a precio normal, con anterioridad, pero ya no existe la obligación de que sea el mes anterior al comienzo de las rebajas.

Los artículos están sujetos durante este periodo a idénticas condiciones que el resto del año como norma específica, y los establecimientos aplicarán las mismas políticas de devolución, condiciones de calidad y formas de pago que los meses restantes del año.

En este sentido, han indicado que el usuario debe ser consciente de que, al adquirir un artículo, esté o no en rebajas, existe la obligación de cambiarlo o devolverle el dinero siempre y cuando se encuentre defectuoso, roto o estropeado, así como cuando no sirva para el uso que se le asigna ordinariamente, cuando no se ajuste a las características descritas, o si se le ha indicado manifiestamente al vendedor que no sea apto para el uso especial que pretendemos darle.

Otro aspecto fundamental es prestar atención al etiquetado de los artículos. En ellos deberá aparecer el precio anterior y el rebajado, así como el porcentaje de descuento, para que el consumidor pueda comparar precios y sea consciente de la diferencia económica si decide adquirir el producto.

Además, las fechas de inicio y fin del periodo de rebajas deberán estar visiblemente colocadas en el establecimiento, que también deberá señalizar y separar con claridad los productos que están rebajados en su comercio de los de nueva temporada.

También ha recomendado que, para evitar sustos, los consumidores elaboren de manera previa un presupuesto que indique lo que necesitan y la cantidad que pueden gastar.

Asimismo, han sugerido realizar un consumo moderado de las compras con tarjeta de crédito, ya que, aunque puede que no inmediatamente, el cobro llegará finalmente a la cuenta bancaria, por lo que hay que evaluar cuánto gasto puede asumir cada consumidor.

En relación con las formas de pago, el consumidor podrá abonar el importe de sus compras de la misma manera que el establecimiento establezca el resto del año, a no ser que se informe de manera específica y en lugar visible lo contrario. Asimismo, tampoco se podrá obligar al usuario a pagar un recargo por pagar con tarjeta en el periodo de rebajas.

En las devoluciones, si el pago se realizó con tarjeta, la reposición se le hará en tarjeta, mientras que si abonó al contado, la devolución será igualmente al contado.

El comprador tampoco debe olvidar el tique de compra, así como exigirlo y guardarlo por si surge algún problema, e, incluso, podrá serle muy útil conservar la publicidad, ya que tiene valor contractual.

En caso de observar cualquier irregularidad durante este periodo, los consumidores deben solicitar la correspondiente hoja de reclamaciones, han indicado. En caso de que el establecimiento se niegue a facilitarla, se puede llamar a la Policía Local para que levante acta.