­El empleo sube. La población activa también sube, por lo que el paro baja. Mariano Rajoy anuncia que adelanta la rebaja en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Parece que la situación económica puede volver al buen cauce. No son los famosos brotes verdes que algunos apuntaron incluso antes de atreverse a nombrar la crisis por su nombre. La rueda tiene que volver a girar para que la economía salga a flote.

Pero la realidad no es de la que hablan día tras día los políticos sentados en sus respectivas sillas. Los pequeños empresarios sortean todo tipo de dificultades para salir de la crisis. Antonio Domínguez, VisoKolor, no quiere llamarlo crisis. «Hemos llegado a estas circunstancias por que las empresas grandes han dejado de pagar, pero el consumo siempre ha existido», asegura.

Otro de los empresarios del Polígono El Viso, Miguel Barnils, del Universo del Colchón, muestra una de las causas de la asfixia de los empresarios: su padre era el propietario de la empresa y al hacer el cambio de titular no sólo tuvo que pagar las plusvalías del Ayuntamiento, tuvo que hacer adaptaciones en materia de seguridad por valor de casi 45.000 euros que en caso de mantener el nombre del anterior propietario en el registro no hubieran sido necesarias. «No es posible salir de esta crisis si las instituciones no ponen de su parte, es imposible que con todo lo que pagamos podamos evolucionar», asegura Barnils.

Los trabajadores son un músculo en el que sustentarse. Una gran mayoría de los dueños de empresas siempre alegan lo mismo. «Si no fuera por el esfuerzo que han hecho nuestros empleados hubiera sido imposible salir adelante», afirman Moisés Rodríguez y Antonio Cejas, dueños de Ikono Soluciones. Esta empresa, como bien indica su nombre, se dedica a ofrecer soluciones de servicios para empresas. Una de las ideas de Moisés es crear una simbiosis entre las empresas cercanas. «Estamos haciendo un esfuerzo fuera de lo común y generamos empleo, eso es por el apoyo de los comerciantes de nuestro entorno, por el esfuerzo de nuestros empleados y porque los clientes potenciales se están dando cuenta de que hay una empresa malagueña que ofrece los mismos o mejores servicios que en una de fuera», subraya Moisés.

Dentro de la unión de empresas a la que algunos comerciantes hacen referencia están las compras que se hacen unos a otros. Por ejemplo, Puertas Castillo e Ikono Soluciones compran en VisoKolor. Vanessa Castillo, responsable de Puertas Castillo, asegura que poco a poco «hay un pequeño arranque». «Que los bancos hayan abierto un poco el grifo nos favorece, pero no de cara a nuestras compras, sino por las ventas. Más del 50% de nuestras ventas son bajo financiación, ahí sí estamos notando una mayor ayuda bancaria». «Los bancos ya están ofreciendo créditos ICO al 2%. Se están dando cuenta de que hay que moverse y nosotros los estamos aceptando para mover el dinero», expone Antonio Domínguez.

«Entre los clientes y los proveedores nos estamos financiando mutuamente, si nos hacemos favores unos a nosotros es imposible salir de esta», según Domínguez. Otra vez sale a la palestra la idea de la unión entre las empresas de la zona y la de fomentar el consumo entre ellas. La clave, como dice el propietario de VisoKolor, es «mover el dinero».

Restauración

Uno de los indicativos claros sobre la vida comercial son los huecos ocupados en los bares y restaurantes, así como las plazas de aparcamiento de la zona. En otros tiempos era difícil encontrar sitio para dejar el vehículo en los polígonos, sobre todo en una calle tan concurrida como la de Los Vegas en el Viso.

En el bar-restaurante La Cantina, el propietario, Antonio Garcés, afirma que dependiendo del día hay fluctuaciones de clientes. «No se está yendo la crisis, en verano repunta un poco pero tenemos más días malos que buenos», resalta. Al hilo de este saldo casi negativo que sale en algunos comercios no son pocos los que piensan en liarse la manta a la cabeza, cerrar la persiana y ya remontará la situación. Garcés asegura que todos los días «pensamos en cerrar».

Los propietarios de Ikono Soluciones, que llevan menos de un lustro con la rueda en marcha, también aseguran que muchos días han pensado en cerrar. Coinciden con el responsable de VisoKolor en una idea: «Cuando nos vamos a casa algunos días se quitan las ganas de seguir, pero después cuando te levantas al día siguiente y piensas en el esfuerzo que están haciendo los empleados por sacar todo adelante redoblas las ganas de seguir».

Bernils, de El Universo del Colchón, también ha pensado en muchas ocasiones en liquidar el stock y echar la persiana. «Tener que pagar la adaptación a la nueva normativa por el cambio de titular hace muy complicado subsistir», subraya el empresario del sector del descanso.

También reclaman que las instituciones y los políticos bajen a barro y vean «los problemas que tenemos los empresarios», asegura Bernils. «Es necesario que las instituciones nos apoyen, nos exigen una gran cantidad de papeleo y la burocracia es enorme para lo que realmente nos ofrecen ellos finalmente, critica.

Ikono soluciones«El esfuerzo de los empleados ha sido clave»

Con el objetivo de facilitar la vida a las empresas nació Ikono Soluciones. Con un gran crecimiento en los últimos años, se encarga del marketing, la comunicación y la creación de todo lo necesario para aumentar las ventas de una gran cantidad de empresas multinacionales. Mercadona, Lidl, Aldi o Mayoral son algunos de los ejemplos de sus clientes. Cuenta con una de las naves más grandes del Polígono El Viso. Moisés, Antonio y Jesús muestran alegres a su criatura. Una de sus principales premisas es el esfuerzo y el trabajo que los trabajadores están haciendo por sacar adelante la empresa. «El esfuerzo que están haciendo los empleados es sobrehumano, sin ellos no hubiera podido salir adelante. «El camino ha sido duro, pero lo estamos consiguiendo. Lo importante es que hemos conseguido que las grandes empresas vean que un pequeña empresa malagueña puede hacer los mismos servicios que antes iban a buscar fuera», asegura Moisés. Con el apoyo de otras empresas de la zona están consiguiendo salir adelante y buscar un camino que se aparte de la crisis.

Visokolor«Necesitamos mover el dinero para salir de esto»

El poder de la reinvención. En un diccionario sale la fotografía de Antonio Domínguez del Postigo al lado del significado del verbo reinventar. Trabajando en el sector de la pequeña construcción desde hace más de 30 años, tuvo que darle una vuelta de tuerca a su vida y sacar adelante una tienda de pinturas. Comenzó hace cuatro años con una nave y poco a poco está aumentando el negocio, también con el esfuerzo y la ayuda de las empresas colindantes. «En los tiempos duros hemos contado con el esfuerzo de los empleados. Ellos son los que han salvado el negocio», asegura Domínguez del Postigo. «Es cierto que los bancos han abierto el grifo, por ahora sólo gotea. Pero es sólo porque se han dado cuenta de que es necesario que el dinero se mueva para ellos poder quitarse los activos que tienen. Es una de las razones por las que estamos recepcionando créditos ICO: los están dando al 2% y a nosotros nos sirve para mover el dinero», subraya el propietario de VisoKolor, cuya empresa matriz es apostigoairless, también dedicada al comercio de la pintura y las reparaciones.

Universo del colchón«Nos piden mucha burocracia y nos dan poco»

Una caso significativo de la crisis es el de el Universo del Colchón. Su actual propietario es Miguel Barnils, hijo del fundador de la empresa. Ya son casi tres décadas las que esta familia lleva siendo un referente en el sector del descanso. Pero cuando la empresa ha pasado a manos del vástago de la familia se ha encontrado con problemas. No sólo tienen que hacer frente a la plusvalía del Ayuntamiento por cambiar de propietario, también tienen que hacer modificaciones en cuestiones de seguridad que les supone un desembolso superior a los 45.000 euros. «Hemos querido hacer las cosas como hay que hacerlas y puede que no podamos afrontar el pago. Si la empresa se hubiera quedado a nombre de mi padre no hubiera sido necesario hacer reformas, los políticos deberían bajar un poco a la tierra y ver las necesidades reales», apostilla Barnils. «Con estas condiciones es difícil crear empleo, nosotros quisiéramos tener varios empleados, pero es difícil. No podemos salir del túnel. Hemos pensado muchas veces en bajar la persiana y buscar una salida al negocio».

Puertas Castillo«Parece que hay un principio de arranque»

Otro ejemplo de empresa familiar. Vanesa Castillo, hija del fundador de la empresa es la actual propietaria del negocio y la que lucha por sacar día a día la empresa. «Parece que hay un pequeño arranque de la situación, pero todavía es difícil», asegura Castillo. Con respecto a la situación de los bancos, también muestra su opinión: «Nosotros estamos notando que los bancos se están abriendo un poco, pero no es porque lo necesitemos. Lo notamos porque más del 50% de nuestras ventas son con financiación y notamos que nuestros clientas están consiguiendo una mayor financiación para sus compras», explica Castillo. Uno de los temas comunes entre casi todas las empresas es la poca ayuda que conceden las instituciones. En Puertas Castillo no son menos: «Las entidades públicas nos ahogan con impuestos y no aportan nada como contraprestación». Y para no ser menos, en esta empresa maderera también aseguran que hace varios años sí se llegaron a plantear cerrar el negocio y anular el trabajo realizado durante tantos lustros.

La Cantina«Todos los días pensamos en cerrar, pero hay que seguir»

Si hay un tipo de negocio en el que se puede apreciar con claridad la realidad económica es el de la hostelería. En los establecimientos de restauración se puede ver un mayor número de personas abriendo sus bolsillos en épocas de bonanza económica. En La Cantina no parecen estar notando estas mejorías. En plena crisis decidieron embarcarse en sacar adelante un bar en el Polígono El Viso con Antonio Garcés al frente. El propietario asegura que para él «no se está yendo la crisis». «Tenemos días buenos y malos; en verano parece que la situación repunta un poco por la estacionalidad», destaca. Este empresario hostelero también hace referencia a la difícil comunicación entre los propietarios de negocios y las entidades financieras, así como con las instituciones, «Los bancos nos han maltratado. De tener un trato de total confianza nos han llegado a cerrar la puerta en la cara. Es algo difícil de digerir. Pero con las instituciones pasa lo mismo. Tienen que ser más flexibles, se tienen que dar cuenta de que los empresarios somos necesarios para sacar adelante la situación».

Librería Áncora«Hemos tenido que reinventar la librería»

Si hay un negocio que se ha encontrado con la crisis de lleno ha sido el editorial. Librería Áncora es un claro ejemplo de cómo saber reinventarse. Más de cuarenta años sirviendo de referencia en los libros para universitarios, en plena crisis cambiaron su catálogo y se centraron en las Humanidades. Enrique del Río, propietario de la librería, se enorgullece de haber capeado la crisis de la mejor manera posible. «Nosotros tenemos un lector culto que es lo que nos hace que podamos continuar con nuestra aventura», afirma Del Río. Dentro de las dificultades que se encuentra un negocio tan pequeño está el coste de cualquier mínimo detalle. Enrique es autónomo y se topa con grandes dificultades por «lo difícil que es el autoempleo en España», pero también ve con buenos ojos abrirse camino a través de Internet, pero «tener una web y tenerla constantemente actualizada supone un sobrecoste económico y personal que no es muy imposible realizar». «A pesar de la crisis han surgido muchas editoriales independientes que han revitalizado mucho el sector», precisa el librero.

La reinvención empresarial como forma de vida

El claro espejo de la crisis es el de Antonio Domínguez del Postigo. De ser un empresario de éxito dentro de las pequeñas reformas tuvo que buscar una salida y una reinvención para superar los malos tiempos. Ha pasado de hacer obras en las que los constructores le hacían costosos regalos junto con la factura, a que esos mismos constructores le dejaran enormes facturas sin pagar. Ahora posee en alquiler una pequeña nave en El Viso en la que vende pinturas al tiempo que busca todo tipo de soluciones para el bienestar de los clientes. «Nosotros no sólo vendemos la pintura, le asesoramos al cliente para que con el mínimo gasto le pueda sacar el mayor rendimiento al producto al tiempo que casi le asesoramos como persona. Buscamos un tipo de cliente especial. El problema con el que nos estamos encontrando es que el precio final lo está poniendo el cliente, esa es la situación actual y puede que sea difícil salir de esta rueda y volver a lo de antes.