­Emilio Alba, prestigioso oncólogo malagueño, es catedrático de Oncología y director de Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Oncología Integral del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. «Pacientes únicos y enfermedades únicas. El tratamiento del cáncer en el siglo XXI» es el título de la ponencia que ofreció ayer en los cursos de la UMA en Archidona.

¿Cómo se trata el cáncer en el siglo XIX?

Pues con los tratamientos clásicos como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia. Desde el cambio de siglo está también el tratamiento antidiana, que es bloquear dianas específicas para cada tumor. Y ahora se están poniendo en marcha de forma muy exitosa tratamientos potenciadores del sistema inmune, es decir, la inmunoterapia a la que se le llama el quinto elemento. Con una mezcla de todas esas cosas se está atacando al cáncer fundamentalmente en el estadio avanzado. En etapas precoces, que es cuando el tumor está más localizado, es donde se obtienen los mejores resultados.

¿Qué avances nos brinda la ciencia hoy día?

Ahora lo que está en la cresta de la ola es la inmuno-oncología, que consiste en aumentar la eficacia del sistema inmune para que mate al tumor. Se utiliza ya en muchos medicamentos desde hace menos de cinco años. Es una especie de fármaco que activan mucho los linfocitos T, que son las células que nos defienden de todo lo extraño y se encargan de matar al tumor. Se utiliza fundamentalmente para el melanoma, para el cáncer de pulmón y de riñón y es un medicamente muy prometedor.

Roche ha sacado al mercado el fármaco Kadcyla contra el cáncer de mama metastásico, ¿qué resultados está teniendo?

Es un fármaco efectivo. Es un T-DM1. Es un anticuerpo monoclonal, que va unido a una sustancia tóxica que lo lleva a la célula y la mata. Se ha puesto en el mercado ahora, pero que se utiliza en experimentación en Málaga desde hace unos cuatro años. Rescata a algunas pacientes que no responden a otros tratamientos.

¿Cuál es la forma de proceder cuando se detecta el tumor?

Cada cáncer es un mundo. Todos tenemos una cara, unos ojos, una nariz o una personalidad diferentes y los tumores también. No hay dos tumores iguales. Los tumores de colon, próstata o pulmón se parecen entre ellos, pero las diferencias en cada persona son suficientemente importantes como para intentar explotarlas. Eso nos permite tratar en diana cada uno de los tipos de cáncer a través de la inmuno-oncología, de vacunas contra el cáncer y de la medicina de precisión para darle a cada tumor lo suyo. También hay que tener presente el cáncer hereditario para poner en marcha estrategias de prevención.

¿Cuáles son los tumores más asociados a la mortalidad?

Son fundamentalmente el de pulmón, colorrectal, de próstata, de mama... Se asocia a más mortalidad por ser más frecuentes. El cáncer de pulmón y el páncreas por la característica de sus células tumorales hacen que sea más difícil el tratamiento, por ser más agresivas y diagnosticarse tarde.

El bioquímico estadounidense de origen ruso Alexander Varshavsky señala que el progreso de la biología traerá consigo la solución del cáncer y dentro de 50 años «no será más peligroso que un resfriado», ¿qué opina sobre esta percepción?

Me parece arriesgado hacer predicciones a 50 años. Pero al ritmo que va el conocimiento yo diría que dentro de 50 años el 90 por ciento de los tumores estarán resueltos.

¿Qué debemos hacer para prevenir en la medida de lo posible el cáncer?

No fumar, porque un tercio de todos los tumores desaparecerían si no se fumara. También mantenernos en un peso adecuado. Evitar mucha cantidad de calorías, porque el sobrepeso está relacionado con el cáncer. También aconsejar no exponerse a la radiación ultravioleta.

¿Los alimentos transgénicos provocan la aparición de cáncer?

En absoluto. Son alteraciones genéticas en los vegetales inducidas por el hombre. No tiene ninguna relación.

¿A qué se debe el incremento tan destacado de tumores en la actualidad?

Se debe sobre todo al envejecimiento de la sociedad. El cáncer es una enfermedad que aumenta con la edad. Entonces conforme aumenta la edad media de la sociedad aumenta la probabilidad de contraerla. Antes había menos casos porque la población vivía menos y se moría de tuberculosis o de una apendicitis.

¿Cómo ha cambiado la forma de tratar al paciente?

Ha cambiado mucho por varios motivos. Yo empecé de residente en el 83 y desde entonces han aparecido nuevos medicamentos. Pero también hay más profesionales y mejor organizados. Conocemos mucho mejor las enfermedades, los pacientes tienen mejor estado de salud y los diagnósticos son más precoces porque las estrategias son mucho mejores.

La palabra cáncer ya no es sinónimo de muerte

En absoluto. Más de la mitad de los pacientes de cáncer se curan. Aunque no deja de ser una enfermedad grave y con un tratamiento complejo, no podemos minimizar eso.