La Policía Nacional, dentro del plan contra la delincuencia itinerante, ha desarticulado una red organizada compuesta por nueve personas, un hombre y ocho mujeres, de origen rumano y con edades entre los 20 y los 32 años dedicados, supuestamente, a robar mediante la técnica "abracitos", es decir, daban abrazos o besos a sus víctimas y les hurtaban aprovechando el desconcierto de éstas.

Han sido detenidas seis personas, dos en Málaga, dos en Gerona, una en Vizcaya y otra en Santander; mientras que otras tres han sido imputadas, según ha informado la Policía Nacional. La investigación ha sido desarrollada por agentes del Grupo Zonal de Hurtos de la Comisaría Provincial de Málaga.

Hasta el momento se les atribuyen ocho robos en la provincia malagueña. Durante las pesquisas se han recuperado varios efectos, entre ellos un reloj de lujo valorado en 27.000 euros; se han intervenido un teléfono móvil de última generación, 275 euros en efectivo, 285 libras y un vehículo de alta gama.

Según las investigaciones, los integrantes del grupo operaban principalmente en el litoral mediterráneo y tenían antecedentes por hechos similares en varias provincias españolas.

La investigación, denominada 'Zalamera 15', se inició a principios de junio cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia en la capital malagueña de un grupo de personas originarias del Este de Europa que se estarían dedicando a la comisión de ilícitos contra el patrimonio, concretamente hurtos al descuido mediante la modalidad conocida como "abracitos".

Esta técnica consiste en, una vez elegida la víctima potencial, normalmente entre personas de edad avanzada, acercarse a ella y abrazarla o besarla, para sustraerle las joyas --relojes, pulseras o cadenas--. Los delincuentes se aproximan al ciudadano propiciando un contacto, bien simulando ser una persona conocida o un familiar, bien solicitándole algún tipo de información, hasta conseguir abrazarla o besarla para, aprovechando el momento de desconcierto generado, sustraerle las joyas y demás efectos que lleve consigo.

Las principales características de este grupo criminal son su organización y coordinación, su gran movilidad geográfica, el permanecer en cada lugar poco tiempo con objeto de entorpecer la labor policial y por el mismo motivo cambiar constantemente de domicilio y zona de actuación.

Al frente de la organización investigada había un hombre que era el encargado de trasladar al resto de las integrantes hasta los distintos lugares de actuación elegidos. El traslado lo hacía en un vehículo, que ha sido intervenido, con el que una vez que las mujeres habían cometido los hurtos, volvía para recogerlas.

Durante las primeras gestiones, agentes de la Policía Nacional localizaron y detuvieron a dos de los integrantes e imputaron a otros siete más como presuntos responsables de ocho delitos de hurto. En el transcurso de la investigación tres de los imputados fueron localizados y detenidos cuando trataban de salir de España por la Junquera (Gerona).