­Como ya viene siendo habitual en Izquierda Unida, la formación apeló ayer de nuevo a la recuperación de la dignidad de las personas como objetivo principal de las políticas a desarrollar en la Diputación. El concepto de dignidad, que se puede concebir de manera difusa, se resume en Izquierda Unida en tres palabras: pan, trabajo y techo. Dejando esto claro, el portavoz de IU, Guzmán Ahumada, hizo una defensa férrea de todos los servicios públicos para actuar de cortafuego ante las consecuencias de la crisis. «Hoy, mientras se constituye la Diputación, más de 180.000 malagueños y malagueñas se han levantado un día más sin empleo y en miles de hogares no se podrán hacer tres comidas», alertó sobre enarbolar el discurso de la recuperación. Sobre la futura legislatura sin mayoría absoluta, Ahumada se mostró ajeno a los enfrentamientos partidistas y tendió la mano a Bendodo para iniciar una «legislatura de consenso». Para que los ciudadanos consideren la Diputación como algo útil, Ahumada señaló que tiene que estar para solucionar los problemas y las preocupaciones de la gente. «Hoy estamos señalados por la gente para ocupar un lugar desde donde luchar por la gente», finalizó.