Uno de los proyectos señeros del alcalde y de su equipo de gobierno, la creación de un polo digital para montar en Tabacalera un centro de formación tecnológica de primer nivel, se fue ayer al garete. El equipo de gobierno no consiguió salvar el ultimo match ball, la última bola del partido para sacar adelante este proyecto. La comisión de Economía rechazó que el Ayuntamiento financie este proyecto. Todos los grupos de la oposición municipal votaron en contra.

Con ello se ha cerrado la última puerta que permitía seguir adelante. La comisión de Economía debía votar una modificación del presupuesto para destinar 2,7 millones de euros al polo tecnológico, una partida que tenía como objetivo el acondicionamiento de las obras de Tabacalera para tal fin.

La oposición en bloque, incluida Ciudadanos, considera que el coste total, de 5,4 millones, es «muy elevado y hay prioridades mayores». Con el carpetazo final a este proyecto, además de los 5,4 millones de inversión municipal, se pierden los 6,6 millones de euros que el Ministerio de Industria tenía comprometidos.

La oposición se mostró muy descreída respecto a las bondades de este proyecto para hacer de Málaga un polo tecnológico y, en cambio, consideró que «hay prioridades más acuciantes en la ciudad». Al respecto, tanto PSOE como IU señalaron la necesidad de que Tabacalera sirva para mejorar las infraestructuras y necesidades sociales del distrito y de la zona de Huelin, muy depauperada por la crisis. Tabacalera-dijeron- debe servir para ofrecer mejores instalaciones sociales al distrito.

Mario Cortés, concejal de Nuevas Tecnologías, y principal valedor de este proyecto, defendió su valor social y su carácter innovador y, especialmente su naturaleza pública con financiación exclusivamente municipal y de fondos europeos a través del Ministerio de Industria.

El alcalde, Francisco de la Torre, pese al rechazo, se mostró «convencido» de sacar adelante el proyecto y aseguró que buscará el consenso con la oposición. El alcalde habló de volver a llevar el asunto al pleno del jueves, cosa que resulta imposible, según el reglamento, dado que una propuesta que es rechazada en la comisión previa no podría llevarse a la sesión plenaria.