­Era cuestión de tiempo. La flakka, la droga de diseño que está causando estragos en Estados Unidos, ha llegado a España. Los análisis que confirman que un joven británico consumió esta sustancia en Magaluf (Mallorca) antes de ser ingresado en el hospital junto a otro que presentaba el mismo cuadro de delirios, espasmos y agresividad han alertado a las autoridades más allá de las Islas Baleares. También en la Costa del Sol, donde a la Policía Nacional ya reconoce abiertamente que le consta el consumo de metilendioxipirovalerona (MDPV) o droga caníbal, prima hermana de la nueva invasora en composición y efectos que también alcanza la muerte, y donde en febrero del año pasado se incautó una de las mayores partidas de este estupefaciente en Europa. No obstante, el origen de la investigación que ya suma medio centenar de detenidos en la Costa del Sol y Finlandia, fue la muerte en Málaga de un ciudadano de este último país por consumo de MDPV, conocida por causar síntomas como psicosis paranoide, taquicardia, hipertensión, diaforesis, problemas respiratorios, nerviosismo, alucinaciones acústicas y visuales, ansiedad profunda, hipertermia, arrebatos violentos o disfunciones multiorgánicas. La investigación permitió saber que la organización también se dedicaba a introducir flakka en su país, vía Málaga, desde China. La flakka, según los expertos, es más de lo mismo, ya que sólo es el nombre comercial que se le da a la alfapirrolidinopentiofenona (alfa-PVP) y comparte estructura química con la anterior. Ambas, conocidas desde los años sesenta, son derivados sintéticos de la catinona y familia directa de la anfetamina.

Accesible

Uno de los grandes atractivos para los consumidores es su bajo precio, asequible para todos los bolsillos. Las fuentes consultadas aseguran que una dosis se puede comprar por menos de cinco euros y sus efectos son lo suficientemente devastadores para no precisar de ninguna otra más. Tanto es así, que las autoridades de Estados Unidos ya han dado la voz de alarma por la proliferación de la flakka, más barata que la cocaína y que puede fumarse, ser esnifada o inyectada y produce una reacción inmediata.

Desde que fue detectada por primera vez en Florida hace apenas diez meses, en Miami han fallecido más de 30 personas. Las autoridades del Condado de Broward, al norte de Miami, aseguraron recientemente a Efe que desde que empezó el año se han registrado más de 500 incidentes relacionados con esta droga, cuyo bajo coste ha disparado su consumo entre los jóvenes. En Magaluf, los chicos hospitalizados aseguraron que habían comprado la flakka a un traficante que decía tener un centenar de pastillas y que estaba dispuesto a venderlas en las principales zonas de ocio nocturno de este concurrido núcleo de Calvià. Pólvora.