­Por todo el mundo es conocido que el sector servicios es una de las principales fuentes de ingresos para la economía de la provincia de Málaga. Por la época en la que estamos, el aumento en la contratación de camareros resulta lógica. Pero, tras un descenso de enero a febrero, el número de incorporaciones en el sector ha pasado de 4.584 a 10.706 en los últimos cuatro meses, haciendo un total de más de 45.000 contratos acumulados, según el estudio semestral de la Consejería de Empleo.

La restauración y la hostelería no solo engloban los oficios que más empleo crean en término absolutos sino que también destacan por el crecimiento experimentado en el último ejercicio trimestral.

Con más de 14.000 contrataciones menos, el segundo nicho de mercado en la provincia de Málaga es el de peones agrícolas (exceptuando huertas e invernaderos) y, por detrás, el personal de limpieza en oficinas y hoteles, vendedores en tiendas y almacenes, albañiles y ayudantes de cocina.

Antonio Herrera, secretario general de CCOO en Málaga, afirma que la calidad de este tipo de empleo no es buena, ya que «los contratos son mayoritariamente a tiempo parcial o por horas». Al sindicato le consta que se firman contratos de 4 o 5 horas y que al final a los empleados se les exige una jornada completa. Así que, además de por la precariedad, hay que estar atentos «para evitar el fraude y la explotación a los trabajadores», alerta Herrera.

Además, el sindicalista asegura que, aunque todas las noticias apuntan a que el turismo está pasando por un momento bastante dulce en el que se espera que los datos del mes de julio batan récords, entre las ciudades españolas con menor renta salarial se encuentran Torremolinos y Fuengirola. Comisiones Obreras también denuncia que este trabajo es «precario y estacional», con lo que, aunque en líneas generales sean datos positivos, no se resuelve la situación de desempleo que sufre la población.

Para Natalia Sánchez, secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), los datos son positivos y revelan que los perfiles que más demanda tienen en estos meses son los que engloban actividades que fortalecen la época estival: camareros, recepcionistas, monitores de ocio...

En cambio, la CEM ve primordial trabajar para romper la estacionalidad del turismo con la creación de iniciativas para focalizar un turismo más especializado. «Málaga puede ofrecer turismo cultural, turismo de eventos y congresos, turismo de compras, de golf y náutica en la costa», destaca Sánchez.

De este modo, se podrá ampliar la temporada turística malagueña y organizar a las empresas para que trabajen con mayor intensidad no solo en los meses de verano. «Se puede empezar desde Semana Santa hasta octubre o noviembre, aprovechando el buen tiempo que tenemos y la variedad en oferta cultural».

@marbianchi3