El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, ha explicado que se ha solicitado el apoyo de la Policía Local de la ciudad para que colabore a la hora de detectar e identificar a los infractores de la ordenanza de limpieza, que podrán ser sancionados con multas que oscilan entre los 701 y 1.500 euros por depósito irregular de basura.

Jiménez ha declarado este jueves en rueda de prensa que la intención del Ayuntamiento es "corregir conductas incívicas" por el perjuicio que le causan a la ciudad, por lo que se va a tener un criterio "estricto" al vigilar el cumplimiento de la normativa. En esta tarea el concejal ha señalado que también se cuenta con el apoyo de las asociaciones profesionales y la mayoría de los establecimientos, "que sí llevan a cabo una gestión responsable y eficiente de sus residuos".

En ese sentido, ha subrayado que es responsabilidad de los establecimientos proceder a la limpieza de la vía pública afectada por su actividad, así como a la retirada y depósito de los residuos recogidos. El concejal ha advertido de que los establecimientos que no desarrollen una gestión normalizada de los mismos serán objeto de una política de "tolerancia cero", ya que "no benefician a la imagen de la ciudad ni a la convivencia".

El concejal ha subrayado que las sanciones serán individuales, es decir, recaerán directamente sobre los empleados si éstos son los que cometen la infracción y no sobre los propietarios de los establecimientos comerciales. Ha indicado que los policías locales de paisano serán los encargados de vigilar y sancionar a los trabajadores del centro que no depositen la basura de forma correcta.

Asimismo, se ha presentado un decálogo que se distribuirá entre los empresarios de hostelería y demás comerciantes del centro histórico con los principios básicos que deben seguir a la hora de gestionar los residuos generados por sus empresas. Ha destacado que su contenido ha sido estudiado previamente por representantes municipales y de los colectivos relacionados en las reuniones que han celebrado sobre esta materia en los últimos meses.

Principios del decálogo. El documento recuerda que los residuos orgánicos deben depositarse siempre en bolsas cerradas, estando prohibido y sancionado el vertido a granel. Además de que las bolsas deben ser resistentes y transportarse sin arrastrar, además de tener un tamaño apto para ser introducidas en los buzones de los contenedores soterrados.

En lo que se refiere al cartón y al papel, el decálogo explica que deben plegarse. En el caso de que estén manchados, como ya no son válidos para el reciclaje, su ubicación es el contenedor gris de residuos orgánicos. Así, Jiménez ha indicado que el decálogo recuerda a comerciantes y hosteleros que la Ordenanza de Limpieza prohíbe expresamente el depósito de este tipo de residuos en horario nocturno, después de las 23.00 horas.

En cuanto a los envases, tanto plásticos como metálicos, su depósito debe realizarse en los contenedores amarillos. El documento distribuido por el Área de Sostenibilidad Medioambiental recomienda, según el concejal, a los empresarios que insistan a sus proveedores para que se hagan cargo de la retirada de embalajes, cajas y bateas de plástico vacíos cuando les distribuyen otros con nuevos productos.

A excepción del vidrio en horario nocturno, los establecimientos del centro pueden depositar los residuos de recogida selectiva (correspondientes a los contenedores azul, verde o amarillo) sin limitación horaria, siempre que no se produzcan molestias a los vecinos colindantes. Por su parte, los orgánicos deben depositarse entre las 21.00 horas y las 23.00 horas en el caso de los contenedores grises normales, y de 9.00 a 23.00 horas en los contenedores soterrados.

Colectivos empresariales. El concejal ha destacado la respuesta positiva que han tenido los colectivos empresariales con los que se ha abordado este trabajo, Mahos y Amares en el campo de la restauración, y la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico en el caso del comercio en general. Sus presidentes, Jesús Sánchez, José Porras y María José Valenzuela, respectivamente, han asistido a la presentación del decálogo, que se hará llegar a los titulares de las actividades comerciales y hosteleras del centro.

El decálogo, al que se adjuntará un escrito firmado por el responsable de Medio Ambiente, recuerda a los titulares de actividades comerciales y hosteleras su obligación de que el personal que trabaja en sus establecimientos conozca dónde se encuentran los contenedores más cercanos para cada tipo de residuo y, "en el caso de que estos se encuentren llenos, acudir al siguiente más próximo" con el fin de evitar "el desbordamiento o colocación de los mismos en su entorno".

Según ha explicado, la concienciación de todos los agentes que intervienen en la generación de residuos "es fundamental" para el buen funcionamiento de los sistemas de recogida y limpieza existentes, contribuyendo a mejorar su eficacia.