­En el último mes y medio cerca de quince bebés han estado ingresados en el Hospital Materno Infantil de Málaga por tos ferina. Los pequeños, con menos de dos meses, han estado ingresados una media de una semana con tratamiento sintomático y antibióticos, según confirmaron a La Opinión fuentes hospitalarias.

La tos ferina es una enfermedad bacteriana contagiosa que ocasiona una tos violenta e incontrolable que puede dificultar la respiración. Se trata de una patología poco común porque se administra mediante vacunas en el calendario obligatorio y es poco frecuente encontrar casos de la enfermedad porque el inyectable se pone a los 2, a los 4, a los 6 y a los 18 meses, así como a los 6 años en la conocida como Tdpa (tétanos, difteria y tos ferina). Así las cosas, todos los niños que han estado ingresados en el hospital son bebés menores de dos meses que no han recibido la vacuna porque no les correspondía, ya que no habían cumplido la edad para suministrársela.

Según la Asociación Española de Pediatría, cualquier cuadro respiratorio con cultivo positivo para Bordetella pertussis es un positivo en tos ferina. Así, desde la web de la institución recuerdan que, al cumplirse el medio siglo de la inclusión de esta vacuna en el calendario, la enfermedad ha pasado a tener una prevalencia baja que, no obstante, creen debería combatirse con refuerzos de vacunas en adolescentes y madres.

Según las fuentes consultadas esta enfermedad suele cursar en Málaga en primavera y en otoño, de ahí lo curioso de este «inusual brote». Según explicaron, el pasado mes de julio hubo al menos ocho casos de ingreso y en el presente mes ya van cinco lactantes. Pese a ello, fuentes de Salud apuntaron a que no hay más casos de los habituales.

El pediatra de atención primaria y experto en vacunas, Pedro Navarro, recuerda la importancia de hacer un diagnóstico a tiempo para tratar la patología. «Se trata de una tos muy irritativa, persistente, que provoca crisis de broncoespasmos», señaló el médico, que advierte de que en ocasiones requiere de oxígeno, de ahí la importancia de que se le haga una vigilancia permanente.

El también vicepresidente de Cultura del Colegio de Médicos de Málaga reconoce que aunque no es época de patologías respiratorias y sí de las clásicas conjuntivitis, otitis y gastroenteritis, el cambio climático y los flujos migratorios ocasionan que se surjan enfermedades estacionales en épocas poco habituales, como en esta ocasión.

La sintomatología, según el pediatra, es definida: tos persistentes, paroxística -ataques de tos-, nocturna y que, al finalizar, hace una inspiración por falta de aire. Aunque el tratamiento incluye el antibiótico, los niños no siempre presentan fiebre u otros síntomas más allá de la tos. «Ante la tos persistente hay que sospechar, lo mejor es consultar con el pediatra o ir a las urgencias del hospital», señala el médico.

Cuestionado sobre el contagio en niños ya vacunados, Pedro Navarro señala que con una sola dosis de la vacuna el niño ya tiene anticuerpos por lo que, aunque no está protegido al 100%, es complicado que curse la enfermedad. Eso sí, en caso de que la curse un niño vacunado, en ningún caso experimenta los síntomas de forma grave, sino leves.

Sobre la gravedad de la misma en los recién nacidos no vacunados, reconoce que, como toda patología, si se trata a tiempo es más llevadera y en los casos en los que existe una patología previa de base o prematuridad esta puede ser muy grave.