La Audiencia de Málaga ha condenado a cuatro años de prisión a un hombre por el delito de apropiación indebida al quedarse con un total de 115.500 euros que le dieron para un proyecto de depuración de agua que iba a desarrollar. Además, se le impone una multa de 6.000 euros y deberá indemnizar a los afectados con la cantidad apropiada.

El Tribunal considera probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, que el hombre contactó en febrero de 2007 con dos personas, a las que invitó a participar en un proyecto para construir una depuradora de agua en la urbanización Las Mimosas, de Marbella. Para tal fin, les pidió dinero que éstos fueron entregando.

Así, uno de los afectados le ingresó en una cuenta bancaria un total de 59.500 euros en cinco pagos de cuantías variables que se realizaron entre octubre de 2007 y junio de 2008, mientras que el otro le entregó 56.000 euros en cuatro pagos efectuados en un intervalo que va desde agosto de 2007 hasta mayo de 2008.

Los perjudicados mantenían la creencia de que el proyecto se estaba llevando a cabo, ya que confiaban en el hombre e incluso intercambiaban correos electrónicos y se reunían cada dos semanas con él, aunque no les enseñó ninguna documentación al respecto, según figura en la sentencia. Sin embargo, en 2008 comenzaron a desconfiar, ya que intentaban localizar al ahora condenado y no podían encontrarle, por lo que interpusieron una denuncia.

De este modo, la Sala ha considerado probado que el hombre no llevó a cabo el proyecto, el cual no contaba ni siquiera con autorización o licencia, para "finalmente hacer suyas las mencionadas cantidades, con ánimo de lucro y no devolviéndolas en ningún momento a los perjudicados", según consta en la sentencia.

El condenado se defendió durante el juicio alegando que la iniciativa "casi se llevó a cabo", pero que no pudo culminarla por su entrada en prisión, ya que había sido condenado en 2006 a tres años y siete meses de cárcel por un delito de apropiación indebida.

Por otro lado, un testigo declaró durante la vista oral que, cuando pudo ver la documentación que tenía sobre el proyecto, nada tenía que ver con el mismo. Asimismo, cuando, junto con uno de los perjudicados, fueron a ver la zona en la que se iba a llevar a cabo comprobaron que "no había absolutamente nada".