Málaga se da un plazo de cinco años para erradicar la contaminación lumínica de sus calles. El Ayuntamiento de Málaga prevé que en 2020 se habrán cambiado las poco más de 16.700 farolas que han sido identificadas como contaminantes al dispersar la iluminación y no centrarla únicamente en la calzada.

El plan de sustitución de estas lámparas supondrá la mejora del 25% de los 67.000 puntos de luz gestionados por el Ayuntamiento de Málaga en la ciudad y, en concreto, de los únicos que quedan que incumplen los criterios de sostenibilidad medioambiental.

El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, explicó que esta inversión está valorada en 6,5 millones de euros, de los que ya se han destinado 1,5 millones entre los años 2014 y 2015, tanto en actuaciones específicas para el cambio de farolas como en renovación de calles que ha incluido la sustitución del alumbrado público.

Los cinco millones de euros necesarios para cerrar este plan se irán invirtiendo todos los años hasta 2020, fecha que se establece como plazo máximo para erradicar la contaminación lumínica. El gerente de la Agencia Municipal de la Energía, Javier Briales, recalcó que esto se conseguirá cambiando las farolas que dispersan la iluminación por 360 grados por otras que enfocan directamente a la vía, lo que permite que sean más eficientes y gasten menos potencia. Briales apuntó que el ejemplo es la calle Tomás de Heredia, considerada como la vía mejor iluminada de España y donde el alumbrado público no afecta a las fachadas.

Estos cambios de las lámparas continúan con los planes de ahorro energético del Ayuntamiento de Málaga, que en los últimos diez años ha conseguido un ahorro de cuatro millones de euros anuales en la factura de la luz, que ha pasado de algo más de 9 millones a cinco millones de euros al año.

Briales señaló que esto se ha conseguido extendiendo el uso de las lámparas de vapor de sodio de alta presión, aunque en los últimos años se están introduciendo las bombillas LED aprovechando que han bajado su coste. Además, se han incorporado otras medidas como el llamado reloj astronómico, que ajusta la hora de encendido y apagado del alumbrado público, reduciendo en una hora el tiempo en funcionamiento.

El concejal de Nuevas Tecnología y portavoz del equipo de gobierno, Mario Cortés, añadió además que se está controlando la intensidad del alumbrado público, de forma que baje a partir de la 1.00 horas de la madrugada, cuando se reduce el tránsito por las calles «aunque no baja tanto como para que lo perciba el ciudadano». Otra medida incorporada son los reductores de flujo, que controlan los picos de tensión y el sobreconsumo que se produce en esos momentos.

Entre estas medidas, Cortés recalca que se han producido ahorros de hasta el 40%, cifra que se espera que se incremente con las actuaciones previstas para 2020.

Cuatro zonas con iluminación diferente

El Ayuntamiento de Málaga aprobó ayer una propuesta para establecer cuatro zonas diferentes con distinto tipo de iluminación pública, que van desde zonas muy protegidas y con alumbrado escaso, como los Montes de Málaga, la desembocadura del Guadalhorce o el cauce del Guadalmedina; hasta el Centro Histórico, zonas de mucha densidad de vivienda o de uso comercial y recreativo, que requiere de un alumbrado más intenso. El estudio divide la mayor parte de la ciudad, además de las dos zonas mencionadas, en dos espacios diferentes. Está uno con un flujo luminoso reducido y que afecta al suelo urbanizable y no urbanizable, pero no protegido. Además está el flujo medio, para zonas residenciales menos el Centro.