Un total de 87 menores extranjeros no acompañados fueron interceptados ayer en una ciudadela del casco antiguo de Melilla y sus aledaños mientras aguardaban turno para llegar a España de polizones a través de los barcos que conectan con Málaga, Almería y Motril. Además de este grupo de menores, diseminado por puestos como el paseo marítimo y el puerto, las autoridades también detectaron a siete jóvenes ya mayores de edad que se encontraban con ellos y que han sido puestos a disposición de la Policía Nacional para su repatriación a su país de origen. En la operación, de carácter coordinado, participaron agentes de la Guardia Civil y de la policía local.