Aunque usted no lo sepa, pronto estará metido de lleno en una nueva campaña electoral que cerrará un año en el que la cita con las urnas ha sido una constante. Con los antecedentes de las elecciones autonómicas y municipales todavía haciendo eco en la memoria colectiva, el último reencuentro con las urnas será, previsiblemente, el próximo mes de diciembre. El tiempo se muestra inflexible y, a falta de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convoque las elecciones generales, los partidos políticos afrontan el inminente futuro con la maquinaría funcionando a pleno rendimiento para asegurarse unos resultados que les sitúen en un lugar de privilegio dentro de la nueva realidad política. Todo apunta a que será muy distinta a la surgida en las pasadas elecciones de 2011, cuando los españoles votaron en pleno apogeo de la crisis económica y sin los nuevos partidos políticos emergiendo aún como una verdadera alternativa para el voto.

Las elecciones generales de diciembre servirán, también, para medir de forma definitiva el nivel de resistencia del bipartidismo que, según las últimas encuestas publicas por el CIS, después de haber tocado fondo, está recuperando fuerza en cuanto a intención de voto. El escenario electoral está más abierto que nunca, pero las experiencias de otras elecciones permiten a los partidos establecer unos parámetros que les permiten definir sus estrategias a raíz de los últimos resultados obtenidos. La diferencia con las pasadas elecciones generales de 2011 se antoja enorme. El enorme desgaste político que había sufrido el PSOE de ZP, hizo prever un desplome electoral que le dio al PP la mayor dosis de poder institucional jamás obtenida en toda su historia. Como principal incógnita queda por ver cómo responderán Ciudadanos y Podemos en las elecciones generales, ahora que ya se encuentran en las instituciones. Izquierda Unida, después de perfilarse como la tercera fuerza política, lucha por articular un proyecto de confluencia popular de fuerzas de la izquierda bajo el paraguas de Ahora en Común.

PPUn partido ágil y dinámico con una estructura aligerada

La última Junta Directiva Provincial que celebró el PP el pasado 31 de julio dejó entrever las líneas maestras con las que el partido de Mariano Rajoy quiere volver a repetir victoria electoral. Teniendo en cuenta el difícil encaje que podrían tener los populares en posibles pactos postelectorales para garantizarse la gobernabilidad del país, todo pasa por recuperar a esa parte del electorado que se ha perdido en los últimos años.

En esa línea, el partido está aplicando en estos momentos los cambios ratificados al funcionamiento interno. Con la intención de presentar un partido más ágil, el PP quiere sacarle lustre a su imagen acercándose a los colectivos sociales y mostrando cercanía con el electorado y la militancia. Aunque toda la campaña esté coordinada directamente desde Madrid, la provincia tendrá un peso evidente dada su condición como máximo bastión del PP a nivel nacional. Bajo la mencionada cercanía, la idea que se baraja en el partido es la de huir de los grandes actos electorales y resaltar la trayectoria del partido al frente del gobierno nacional en encuentros reducidos que permiten el contacto y la intervención directa de la militancia. Como es habitual en el PP a la hora de confeccionar las listas electorales, se esperará hasta que Mariano Rajoy convoque las elecciones. A partir de ese momento, tendrá 50 días para dar a conocer los candidatos para representar a la provincia en el Congreso de los Diputados. Celia Villalobos parte como favorita para encontrar, de nuevo, encaje para encabezar la lista por Málaga.

PSOELos socialistas se presentan como el eje del cambio

El cambio sensato para dejar atrás a cuatro años de recortes a todos los niveles pasa por el PSOE. Ese es, al menos, el planteamiento general con el que los socialistas tratarán de ganarle la partida al PP en diciembre. La campaña electoral estará centrada en dibujar un país que ha sufrido los efectos de los retrocesos sociales y de una reforma laboral que ha hecho mella, sobre todo, en las clases medias. Dependiendo, obviamente, de un calendario que viene marcado por la dirección nacional, Susana Díaz manifestó su intención de perfilar las listas para las próximas elecciones generales cuanto antes. En Málaga, el partido se articula en torno a tres pilares que son Miguel Ángel Heredia, Trinidad Jiménez y José Andrés Torres Mora. El secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, según han confirmado fuentes socialistas, ha logrado hacerse fuerte dentro del partido en la última legislatura por lo que, salvo sorpresa mayúscula inesperada, repetirá como número uno por Málaga. Por lo demás, quedará por ver si la aclamada renovación deja fuera a las listas a Jiménez y a Torres Mora o se articulará a partir del puesto número cuatro. Las listas definitivas se esperan para finales de septiembre o principios de octubre.

IULa confluencia de la izquierda bajo Ahora en Común

El escenario ha cambiado de manera radical para IU desde las pasadas elecciones de 2011. De ser la única alternativa al PSOE para el votante de izquierdas, lucha ahora por no acabar en la nada. En IU, todos los esfuerzos están centrados ahora mismo en ver cómo integrar al partido bajo el proyecto de confluencia popular de Ahora Común para presentar un frente de izquierdas. En Málaga, la coalición se ha dado plazo hasta mitad de septiembre.

CiudadanosUna corriente transmisora para los sectores profesionales

La hoja de ruta está definida en Ciudadanos. Escuchar a los problemas de los sectores profesionales para trasladarlos a las instituciones. Irene Rivera encabezará la lista por Málaga. El principal esfuerzo se hará en trasladar el mensaje del partido a las zonas interiores de la provincia. Es la tarea pendiente en una formación que ha logrado consolidarse en la zona de la costa.

PodemosElaboración de un programa electoral con los círculos

En el partido de Pablo Iglesias el futuro inminente pasa por los círculos y su esfuerzo por realizar un programa electoral con el que presentarse para las elecciones generales. En Málaga, se crearán grupos de trabajo, a partir de septiembre, para explicar cuantas veces haga falta lo que se considera un «proyecto de justicia social».