Los puestos de camareros, peones agrícolas, personal de limpieza y dependiente de comercios copan la lista de profesiones con más contrataciones en el mercado laboral en Málaga, que sigue mostrando unos porcentajes altísimos de temporalidad y en el que, según denuncian los sindicatos muchos trabajadores son obligados a enlazar un contrato tras otro rotando por lo que, en realidad, son los mismos puestos de trabajo. El Observatorio de las Ocupaciones publicado recientemente por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) muestra que estos empleos, junto a los de albañil, empleadas de hogar, peones agropecuarios y de invernadero, cocineros y ayudantes de cocina forman un top ten que acaparara más de la mitad de los 614.238 contratos que se firmaron en Málaga en 2014 -concretamente el 52,1%-.

El predominio de estos empleos intensivos, casi todos ellos estacionales o sujetos a obra y servicio, conforman así un mercado donde la firma de contratos estables sigue muy arrinconada. El Observatorio indica que el pasado ejercicio se cerró con sólo un 6,2% de contratos fijos firmados (apenas algo más de 38.000), uno de los porcentajes más bajos que se recuerdan y apenas la mitad de lo que se registraban en 2006, cuando entre el 10% y el 12% de las contrataciones llegaron a ser indefinidas. Por contra, la firma de contratos temporales acaparó el otro 94%.

Otro elemento que preocupa enormemente en los sindicatos es el creciente peso del empleo a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa: el pasado año casi el 40% de las altas fueron de este tipo. Los sindicatos denuncian que esta modalidad impuesta por las empresas esconde muchos casos de fraude, ya que hay muchos trabajadores que echan más horas de las que estipulan sus contratos, sobre todo en ámbitos como la hostelería. Tanto el secretario de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, como su homóloga de UGT, Auxiliadora Jiménez, apuntan que, desde la implantación de la reforma laboral en 2012, el problema de la precariedad laboral se ha agudizado en Málaga, ya que las empresas, según comentan, están aprovechándola para sustituir a trabajadores fijos por temporales en puestos de trabajo estructurales. Esto provoca que la rotación laboral sea máxima, con muchos trabajadores que pueden firmar entre cinco y quince contratos al año (e incluso más).

De hecho, el SEPE detalla en su informe que los 614.238 firmados en Málaga durante 2014 -un 9,5% más que en 2013- en realidad sólo dieron para contratar a unas 260.000 personas. En concreto, y como muestra de esta dinámica de elevada rotación, hay un grupo formado por algo más de 25.000 personas -el 9,8% del total contratado- que acumularon ellas solas más de 240.000 contratos de trabajo. O, lo que es lo mismo, casi cuatro de cada diez de los que se firmaron en la provincia. Más allá de los contratos que puedan encadenar los trabajadores que sustituyen bajas en Educación y Sanidad, los sindicatos denuncian que esta dinámica «perversa» se centra en segmentos tan vitales como la hostelería, la restauración o el propio comercio. La media de contratos por persona fue de 2,36, superior a los 2,31 de 2013 y a los 2,27 de 2012.

«La mayoría de los contratos que se firman en Málaga no suelen durar más de dos meses. De hecho, lo general en muchos sectores con microempresas o en la hostelería son contratos de entre siete y diez días que se van renovando continuamente. Es una temporalidad injustificada, pero que le sirve al Gobierno para maquillar las estadísticas y vender que, como hay más contratos, se está creando empleo», denuncia Herrera.

Auxiliadora Jiménez, por su parte, coincide en que el aumento de las contrataciones no equivale a creación real de puestos de trabajo y recuerda que los contratos a tiempo parcial responden a un perfil de «subempleos».

«La gente no quiere trabajar así pero no encuentra otra salida. Con una jornada a tiempo parcial sólo pueden sacar entre 300 y 500 euros al mes. Con este modelo no se genera empleo, ni riqueza ni consumo. Así no saldremos de la crisis. Sólo se enmascara la realidad cambiando empleo estable por precario», dice.