El vicario de Acción Sociocaritativa de la Diócesis de Málaga, Gabriel Leal, ha animado este viernes a las comunidades cristianas, instituciones y administraciones públicas a que acojan a los refugiados que están llegando a Europa, la mayoría huyendo del conflicto de Siria.

Leal ha manifestado que desde el Obispado "estamos dispuestos a ayudar, a arrimar el hombro y a poner los pocos o muchos medios que tengamos, si son los adecuados".

También ha indicado a Europa Press que la Iglesia malagueña está colaborando con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), ya que el Obispado posee una infraestructura de sitios habitables "muy reducida", por lo que es esta entidad la que se encarga de gestionar los lugares de acogida.

Además, ha precisado que desde Cáritas también se está planteando, a través de la red de Cáritas Española, acoger a algunas personas, aunque "por desgracia tenemos pocas superficies".

En relación con las administraciones públicas, ha señalado que la Conferencia Episcopal Española y el Papa Francisco han demandado a los jefes de Estado europeos que actúen.

"Nosotros se lo pedimos a todos los cristianos, a las administraciones públicas malagueñas y a todas las instituciones de la Iglesia que tengan la posibilidad", ha apostillado.

Además, ha apuntado que "no hemos hablado de este tema" con el Ayuntamiento de Málaga, pero ha añadido que la actitud del equipo de gobierno actual, especialmente, del alcalde, Francisco de la Torre, es "de una gran sensibilidad en estos temas, y no me cabe la menor duda de que arrimarán el hombro", y "la Administración andaluza también".

El vicario ha lamentado que se trata de una crisis "horrorosa" que "nos toca porque muchos de ellos son creyentes y han sido perseguidos, cristianos fundamentalmente, pero también musulmanes", ha dicho. "Nos toca" porque si no los acogemos "tendremos que guardar el evangelio en un congelador", ha agregado.

"Gracias a Dios, parece que se han despertado las conciencias en Europa, a nivel de jefes de Estado", ha aplaudido, añadiendo que "la Iglesia seguirá haciendo lo que ha venido haciendo, sólo que si hay que esforzarse más, intentaremos hacerlo hasta donde podamos", ha señalado, preguntándose "cómo no lo vamos a hacer".

Finalmente, ha destacado que existe colaboración: "animar a que no aparezcan brotes de rechazo y a que las comunidades cristianas acojan a los refugiados como son", porque "la mayoría de los que vienen son cristianos, son hermanos nuestros, y tenemos que abrirles las puertas de par en par en todos los sitios. Vienen a su casa".