La economía sigue mostrando síntomas de reactivación en este 2015 aunque el camino hacia la recuperación se perfila todavía largo y plagado de obstáculos. El Colegio de Economistas de Málaga afirmó ayer que la provincia crecerá este año a un ritmo de entre el 3,3% y 3,5% del Producto Interior Bruto (PIB) confirmando así, e incluso superando, las buenas perspectivas que se vienen manejando desde hace varios trimestres. El decano del Colegio, Juan Carlos Robles, aseguró que la situación continúa en «fase de mejora» y que la tendencia de recuperación «está consolidada y no tiene vuelta atrás», aunque reconoció que, con un tasa de paro de casi el 30% de la población activa en Málaga, «no se puede decir en absoluto que la economía esté todavía saneada».

Robles, que presentó ayer una nueva edición del Barómetro Económico del Colegio, comentó que el empleo está creciendo a tasas interanuales de entre el 4% y el 5% en Málaga (un 50% por encima de la media andaluza y nacional), ritmo que de mantenerse debería servir para que a mediados de 2016, la tasa de paro baje al entorno del 25%. El decano aseguró que la provincia es ahora mismo «el motor de la recuperación en Andalucía» y recordó que Málaga tiene una economía «procíclica», con lo que nota siempre antes y en mayor medida los efectos de una recuperación (aunque también, como desgraciadamente se ha podido comprobar en estos años, los de una crisis).

«Estamos creciendo más que el resto, pero también es verdad que venimos de tasas de paro más altas, por lo que ahora tenemos que correr más para recuperarnos», afirmó Robles acompañado del vicedecano, Antonio Pedraza, y el director de estudios, Fernando del Alcázar.

Los economistas afirman que todos los sectores productivos vienen creciendo, aunque destacan como «mejores noticias» los excelentes datos del turismo y de las exportaciones, que este año vienen marcado cifras récord, y la recuperación de las importaciones, que indican un incipiente repunte de la demanda interna. De la construcción hay ya señales «moderadamente positivas» que hablan de una reactivación de la venta de viviendas, el precio y el visado de nuevos proyectos. Del Alcázar dijo que el stock de pisos en poder la banca podría ser ya «muy reducido o poco atractivo», lo que está animando poco a poco a los promotores privados a plantearse futuras edificaciones.

La licitación, en punto muerto

La parte más negativa de la coyuntura, por contra, sigue siendo el bajo nivel de licitación de obra pública de las administraciones y las dificultades de acceso al crédito por parte del sector privado. Este último aspecto ha venido siendo muy criticado en los últimos trimestres por el Colegio, que ha llegado a acusar a los bancos de «torpedear» la recuperación. Sin embargo, Robles reconoció que la situación parece estar mejorando algo, aunque eso aún no se traduzca en un aumento real del volumen de crédito vivo, ya que todavía son más los préstamos antiguos que se amortizan que los que se conceden nuevos. Desde el inicio de la crisis, el crédito vivo al sector privado se ha reducido en más de 14.500 millones de euros en Málaga, dejando el actual volumen de saldo en 32.900 millones.

«Se detecta una mejor actitud en los bancos aunque de momento lo que más sube es el crédito para hipotecas y no tanto para la economía productiva y las empresas. Necesitamos que se abra el grifo y que haya una mayor posibilidad de apalancamiento para que el crecimiento sea más rápido», comentó el decano, que demandó a las entidades financieras que faciliten el acceso de las empresas a operaciones de leasing o de créditos para compra de equipos.

De momento, sí se percibe al menos un poco de flexibilidad en las condiciones impuestas. Hasta hace unos meses, los préstamos estaban en el entorno del 8% de interés pese a que el Euríbor está casi a cero. Ahora se maneja alrededor de un 4%.

«Los bancos no tienen más remedio que volver a dar crédito, pero siguen pidiendo demasiadas garantías. Es un tema exclusivamente de confianza y los bancos ganan dinero vendiendo dinero, por lo que cuando empiecen a competir, comenzarán a bajar los precios», explicó.

Incertidumbres

Por otro lado, los economistas también celebraron que haya numerosos proyectos de inversión privada en torno a Málaga pero advirtió de que la situación política en España sigue siendo de incertidumbre ante las próximas elecciones catalanas y generales. «La confianza empresarial es cada vez mayor pero el dinero de los inversores extranjeros es siempre temeroso. Lo mejor es que no se produzcan cambios bruscos», apuntó Robles.

El vicedecano, Antonio Pedraza, mostró también su preocupación por «la volatilidad política» antes la doble cita electoral de este último tramo de 2015, y dijo que esta incierta coyuntura contribuye a que los inversores extranjeros «se contraigan» a la espera de saber lo que va a ocurrir.