­El Hospital Materno ha estrenado un robot para la Sala de Hemodinámica Pediátrica con un equipo que evita la cirugía en el 70% de los casos congénitos de corazón. La máquina, que ha costado 747.000 euros sirve para realizar tratamientos y estudios cardiacos y neuro-vasculares de gran complejidad, tanto en pacientes pediátricos como en pacientes con patologías congénitas que han alcanzado la edad adulta. Este tipo de malformaciones son las más frecuentes entre las congénitas, con una incidencia de ocho entre cada mil recién nacidos vivos.

El aparato, que lleva funcionando desde finales de agosto, ahorra el tiempo de espera y también reduce a la mitad las dosis de radiación a los pacientes. A la inauguración asistió por primera vez como consejero de Salud Aquilino Alonso, hasta antes del verano viceconsejero del ramo. Así, señaló que este aparato ha sido un salto tecnológico importante pues podrá atender a unos 250 niños al año. De este modo, mostró su orgullo por que la nueva máquina de hemodinámica de mayor calidad de vida a los pequeños, que hasta la puesta en marcha del nuevo servicio atendía a los pequeños en el Hospital Carlos Haya. «Además, el equipo es más moderno y permite hacer pruebas más complejas. La unidad se ha hecho autosuficiente con él, es un paso importante y un salto cualitativo en el tratamiento de estos niños», agregó el consejero, que durante la visita permaneció atento a las explicaciones de los profesionales que manejan la alta tecnología, la segunda de Andalucía al existir otra en Sevilla.

La actualización del equipo incorpora importantes mejoras en tecnología de la imagen, como la reconstrucción 3D, imagen biplano y un software de neuro-radiología. El equipo dispone de angiografía rotacional con reconstrucción de la imagen del corazón en 3D, un avance tecnológico de gran utilidad que permite obtener imágenes muy precisas de los grandes vasos y las cavidades cardiacas a tiempo real. Además, la disponibilidad de dos tubos en un mismo equipo hace posible la obtención de múltiples imágenes simultáneas del corazón desde diferentes ángulos.

El jefe de Cardiología Pediátrica de este centro, Ignacio Zabala, admitió que el uso de esta tecnología y sus reconstrucciones tridimensionales permiten estudiar estructuras complejas vasculares tanto del corazón como de grandes vasos sanguíneos, incluidos los cerebrales.

El médico explicó que la medicina avanza para evitar que las técnicas sean agresivas. «Son poco invasivas y permiten hacer acciones sobre el paciente con las que su recuperación es más rápida, no hay que abrir el torso», recordó, aunque apuntó a que en algunas ocasiones habrá que recurrir a la cirugía si lo requiere la complejidad del tratamiento. Los tratamientos mediante técnicas mínimamente invasivas conllevan numerosas ventajas para los pacientes, como la reducción del número de estancias en UCI y en planta de hospitalización, un postoperatorio más confortable y con menos dolor, y mínimas cicatrices con resultados más estéticos.

El cateterismo cardiaco es el estudio, diagnóstico e intervencionista, que con mayor frecuencia se utiliza para la detección y tratamiento de patologías cardiacas congénitas en edad infantil. La mayor parte de los estudios que se realizan son terapéuticos, en concreto para el tratamiento de cardiopatías congénitas en pediatría -tales como corrección de la comunicación interauricular, el conducto arterioso, o la implantación de endoprótesis vasculares-, tratamientos estructurales en pacientes adultos -como la implantación de válvulas percutáneas aórticas y pulmonares, cierre de orejuela, fugas para-valvulares (complicación grave del implante de prótesis valvular),- y estudios coronarios convencionales, así como estudios de patología neuro-vascular. Además del nuevo equipo de Hemodinámica Pediátrica, el Hospital Carlos Haya cuenta con una Sala de Hemodinámica para la asistencia de pacientes adultos y con un arco portátil de Rayos que se venía utilizando para la atención a pacientes pediátricos y que continuará utilizándose en el área quirúrgica.