El futuro del proyecto de conversión del Campamento Benítez en un gran parque centrará la reunión que mantendrán el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, y el delegado de Medio Ambiente, Adolfo Moreno, que se celebrará el próximo 30 de septiembre y que buscará el final del bloqueo de este proyecto. De fondo estará el informe emitido por el Servicio de Planificación Hidrológica y que pone en duda la idoneidad del proyecto municipal, por estar situados los terrenos en una zona inundable y con falta de reservas de agua para atender sus necesidades.

El encuentro se produce en un momento delicado, después de que la conversión del Campamento Benítez en un parque se paralizara hace casi dos años para aprobar un plan especial que todavía no ha recibido el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente.

La laguna prevista en el parque ya fue vetada por Aviación Civil, que alertaba de los posibles peligros para los aviones en el cercano aeropuerto provocados por las aves que se acercaran a este gran estanque. Ahora el problema que deben abordar Adolfo Moreno y Francisco Pomares es el informe de la administración autonómica de Aguas, que desaconseja el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Málaga al plantear usos «incompatibles con zonas inundables». De hecho, apunta que no está suficientemente justificado el estudio hidrológico e hidráulico, que debe realizarse con los datos de un periodo de retorno de 500 años para prever el riesgo de inundaciones al estar cerca del cauce del Guadalmedina. Este periodo de retorno significa prever los efectos de una inundación con el máximo caudal posible que se puede dar en 500 años.

Además, plantea que las obras de infraestructura, y que crucen el arroyo del Cañuelo, también tendrán que diseñarse «de forma que sean capaces de salvar un periodo de retorno de 500 años».

Estas exigencias implican varios meses de modificaciones y nuevos retrasos en unas obras de las que sólo se ejecutó una pequeña parte y se paralizaron.