Málaga mantendrá los impuestos y tasas congelados el años próximo a excepción del impuesto de Plusvalía, que bajará un 3,3% al reducirse un punto su tipo impositivo. La congelación tributaria irá acompañada por un aumento de los beneficios y ayudas para diversos tributos, especialmente el IBI (la contribución urbana) y Plusvalía. Además, también se congelan las tarifas de la EMT, la grúa y el SARE.

Estas medidas provocaran una bajada en los ingresos por recaudación que serán como mínimo de 10 millones de euros.

El alcalde, Francisco de la Torre, que presentó esta mañana las ordenanzas fiscales para el año próximo minutos después de que fuesen aprobadas en junta de gobierno, resaltó que con estas medidas sitúan a Málaga como una de las capitales con una menor carga tributaria y presión fiscal.

El impuesto de Plusvalía bajará un 3,3% a lo que se suma un aumento de las exenciones a la vez que crecen las bonificaciones en transmisiones por muerte.

El IBI también aumenta sus bonificaciones ya que el límite máximo para acceder a esas ayudas bajará lo que permitirá que se amplíe el número de familias beneficiarias.

La tasa por apertura de establecimeinto dejará de exigirse cuando la tarifa resulte igual o menor a 500 euros y a partir de ahí se establecen otros índices correctores: El impuesto de Construcción también verá aumentada sus bonificaciones para inmuebles para refugiados, para instalaciones con medidas de accesibilidad y para inmueble situados en polígonos industriales y el PTA. También el impuesto de Circulación aumentará sus bonificaciones en la compra de vehículos ecológicos. Por último se suprime la tasa por la transmisión de puestos en los mercados municipales