­Málaga mantendrá los impuestos y tasas congelados el año próximo a excepción del impuesto de Plusvalía, que bajará un 3,3% al reducirse un punto su tipo impositivo. La congelación tributaria irá acompañada por un aumento de los beneficios y ayudas para diversos tributos, especialmente el IBI (la contribución urbana) y Plusvalía. Además, también se congelan las tarifas de la EMT, la grúa y el Sare.

Estas medidas provocarán una bajada en los ingresos por recaudación que serán como mínimo de 10 millones de euros, según los cálculos de la empresa de recaudación municipal (Gestrisam).

El alcalde, Francisco de la Torre, que presentó en la mañana de ayer las ordenanzas fiscales para el año próximo minutos después de que fuesen aprobadas en junta de gobierno, resaltó que estas medidas sitúan a Málaga como una de las capitales con una menor carga tributaria y presión fiscal y que se trata del cuarto año consecutivo en que se congelan los tributos.

De la Torre defendió que estas ordenanzas persiguen «seguir beneficiando a las economías de familias, trabajadores autónomos, emprendedores, pequeños y medianos empresarios, y al tejido económico en general de nuestra ciudad, así como a los colectivos más vulnerables».

Entrando en materia, el impuesto de Plusvalía bajará un 3,3% al disminuir su tipo impositivo un punto; a ello se suma un aumento de las exenciones a la vez que crecen las bonificaciones: se aplicará la exención para la dación en pago en el impuesto dirigido a colectivos afectados por incumplimientos hipotecarios; se mejoran las bonificaciones en transmisiones por muerte, para las que se aplica el máximo legal permitido, el 95%, para todos los inmuebles residenciales de menos de 75.000 euros de valor catastral.

El IBI también aumenta sus ayudas, que permiten bonificarse el 50% de la cuota, ya que el límite máximo que se exige para acceder a las mismas bajará lo que permitirá que se amplíe el número de familias beneficiarias; además, con aplicación sólo en 2016, los contribuyentes que abonasen plusvalía mortis causa entre los años 2013 a 2014, sólo tendrán que abonar la mitad del IBI de 2016, y en algunos casos la bonificación podrá llegar al 100% si reciben ayudas por otros conceptos.

La tasa por apertura de establecimientos dejará de exigirse cuando la tarifa resultante sea igual o menor a 500 euros y a partir de ahí se establecen otros índices correctores con reducciones que irán del 40% (para cuotas entre 501 y 1.000 euros) al 10% para cuotas entre 5.000 y 10.000 euros.

El impuesto de Construcción verá aumentadas sus bonificaciones para nuevos conceptos. Así habrá bonificación del 95% de la cuota a pagar en la contrucción de inmuebles para refugiados; del 90% para instalaciones con medidas de accesibilidad para personas con discapacidad; del 75% para inmueble situados en polígonos industriales y el PTA y del 50% para jóvenes agricultores para nuevas instalaciones.

También el impuesto de Circulación aumentará de 1 a 5 años el periodo para bonificaciones en la compra de vehículos ecológicos.

Por último, se suprime la tasa por la transmisión de puestos en los mercados municipales.

En la presentación de las ordenanzas fiscales, el alcalde indicó que la bajada en la recaudación de entre 10 y 15 millones no va a suponer problemas pues debe recuperarse gracias a la «eficaz acción recaudadora municipal», así como a la «responsabilidad de los ciudadanos en los pagos»; De la Torre confía además en que la mejora de la situación económica permita aumentar los ingresos que se reciben del Estado. «Por tanto, se ha buscado que los ingresos garanticen la sostenibilidad de los servicios municipales a la vez que se incrementen las medidas para atender a colectivos menos favorecidos, en riesgo de exclusión o de alta vulnerabilidad», concluyó.