En un barrio sin asociación de vecinos, ¿quién hace oír sus reclamaciones? Al malagueño Pepe Ocón el que durante años no hubiera asociación vecinal en la Victoria, Fuente Olletas y Capuchinos le parecía «una situación grave», por eso en 2012 fundó con un grupo de personas la Asociación de Vecinos Victoriana de Capuchinos y de la Fuente, que agrupa a los tres barrios.

El resultado en tan poco tiempo no puede ser más satisfactorio: 350 socios, talleres, la asistencia continua a comisiones y plenos municipales y una actividad cultural tan amplia que también se ven como un centro cultural.

En un panorama en el que las asociaciones de vecinos se revitalizan a duras penas, ¿cuál es el secreto? «Lo que haces, sentirlo. Cuando sientes algo y te gusta y ves que vas creciendo, que empiezas en un local con una lavadora vieja y ya tienes una decoración, ordenadores, 15 talleres gratuitos para los socios y psicólogo gratuito, con la gente cada vez más emocionada y voluntarios lo que haces es continuar la labor», explica el presidente vecinal, de 30 años.

Habla en la sede vecinal de la calle Jonás, un local cedido sin ninguna contrapartida por el constructor Cristóbal Peñarroya, y que como destaca José Ocón, al año ya se quedó pequeño. Y pone un ejemplo de la marcha de la asociación: «Al principio éramos siete personas en la directiva y ahora somos 10 y 22 en el equipo de voluntarios, aparte de 15 monitores».

Un número tan alto de responsables y voluntarios permite a la asociación organizar muchos actos a lo largo del año y sobre todo cubrir el frente municipal. «Desde 2012 hemos presentado más de 150 peticiones vecinales», resume.

Falta de limpieza

En este sentido, cuenta que la mayoría de quejas vecinales se refiere a la falta de limpieza, «y en la zona del parque de San Miguel los vecinos demandan mejoras en el parque». También recibieron muchas peticiones de poda de árboles «en su debido tiempo», pintado de pasos de cebra y obras de accesibilidad, «de las que hemos conseguido un montón».

El presidente señala que el hecho de que la Victoria, Capuchinos y Fuente Olletas estén en el distrito Centro tiene ventajas pero también inconvenientes. «Ventajas porque es un distrito importante pero la contra es tener el casco antiguo dentro del distrito y la mayoría de la inversión y la limpieza va dirigida allí. Defiendo y apoyo que Málaga viva del turismo pero yo vivo en la parte norte del distrito y pido que las máquinas de limpieza pasen más por allí y se baldeen más las calles».

Para pertenecer a la asociación los vecinos pagan una cuota mensual de 2,5 euros que les da derecho a participar -incluidos los hijos menores de 16 años- en los talleres y excursiones gratuitas que organiza el colectivo.

Y en actividades a lo largo del año se lleva la palma porque están distribuidas a lo largo de todo el año: Visita de los Reyes Magos; Desayuno andaluz el 28 F; concurso de disfraces en Carnaval; exaltación de la mantilla; procesión infantil en Semana Santa; torneo benéfico de voleibol; verbena popular en la Cruz de Mayo; caminatas benéficas; premios Victoria que otorgan cada año en varias categorías; Fiesta de Halloween y campaña de Navidad.

La asociación confía en que tanto el Ayuntamiento como la Junta se pongan de acuerdo para un futuro local y agradece la generosidad de Cristóbal Peñarroya. Y otro objetivo que ya están consiguiendo: profundizar en las relaciones con las cofradías de los tres barrios para que todos los colectivos de la Victoria, Capuchinos y Fuente Olletas «puedan ir de la mano». Pese al éxito, José Ocón recalca que «la directiva tiene los pies en el suelo, estamos para servir».