Juntos. Con buenas palabras y un mensaje de unidad inequívoco. Tanto en la presentación como en las declaraciones. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, comparecieron juntos en una escenificación medida para alejar los fantasmas de una crisis en el pacto que llevó a De la Torre a la alcaldía de Málaga. Ambos optaron por reducir la importancia de los desencuentros (que existen) y en resaltar la lealtad en el cumplimiento del pacto, aunque haya determinados puntos que no se sepa cómo realizar.

La excusa para comparecer juntos fue la presentación del nuevo horario vespertino de la Oficina Municipal de Atención a la Ciudadanía, una de las peticiones de Ciudadanos en el acuerdo que permitió la investidura como alcalde de Francisco de la Torre. La ocasión era idónea. Pero eso no escondió algunas diferencias de fondos que, sutilmente, se deslizaron en las declaraciones. Quizá la relación no sea tan fluida o el acuerdo tan inamovible como se quiere plantear.

Un aspecto que llamó la atención fue a raíz de la posibilidad de convocar un concurso público para elegir al nuevo gerente de Emasa. Mientras Juan Cassá, que defendía esta propuesta, vinculaba su aplicación a un acuerdo del consejo de administración y que habría que ver si salía adelante, De la Torre le aclaraba que las bases están ya redactadas y se aprobará en la próxima sesión.

También se quedaron muchas dudas abiertas sobre la reorganización de los distritos municipales, en los que Ciudadanos insiste en cubrir los puestos de director con funcionarios y De la Torre intenta convencer a Juan Cassá de la idoneidad del modelo actual. Ayer se puso de relieve en esta falta de sintonía, con declaraciones a favor de descentralizar la gestión municipal en los distritos, pero obviando el problema de fondo.

De la Torre ya dejó claro que es uno de los puntos que menos le gustan del acuerdo con Ciudadanos y se mostró «abierto a la reflexión», que viene a significar que prefiere no aplicarlo. No obstante, ayer De la Torre se mostró contundente «tenemos un compromiso y lo cumpliremos; eso lo tengo claro». Y luego matizó que hay que buscar una fórmula que asegure el funcionamiento de los distritos. Es decir, la prioridad es el buen funcionamiento y el cumplimiento del acuerdo se debe subordinar a esa premisa.

Otro aspecto que ha despertado recelos entre el PP y Ciudadanos en las últimas semanas es el futuro del Instituto Municipal del Libro (IML). Las dudas de De la Torre sobre su continuidad y la aparición de la portavoz del PSOE, María Gámez, apoyando su continuidad hizo tambalear el pacto. Ayer había un mensaje de compromiso de cumplir lo pactado, al igual que cuando se firmó en junio. El alcalde insiste en que Taján puede seguir al frente del IML hasta el 31 de diciembre, como se acordó, y Cassá confía en que esta institución sea asumida por Cultura y se puedan ahorrar los 45.000 euros de gasto en sueldo que genera.

Parece que queda atrás, por ahora, la acusación de «desleal» que le lanzó Cassá a De la Torre por este tema hace una semana, algo que el portavoz de Ciudadanos achaca a «la dialéctica que se utiliza». «Lo importante es que hablemos las cosas y lo que importa al final son los malagueños y ahí siempre nos pondremos de acuerdo», aseveró.

Según Cassá, «estamos encantados de la vida, va todo viento en popa». «Estamos en un momento histórico para Málaga, en el que podemos dar pasos agigantados, por lo que seguiremos ofreciendo la máxima colaboración para sacar buenas propuestas y que la ciudad avance y mejore», afirmó.

«Confiamos en la palabra y en la firma del alcalde, tanto el equipo de gobierno del PP como Ciudadanos somos responsables y queremos lo mejor para el ciudadano, no se trata de una cabezonería de nadie, sino de tratar de ir mejorando», indicó Cassá.

Las buenas palabras no esconden los desencuentros que se acumulan (directores de distrito o IML) y la búsqueda de De la Torre de otros apoyos para sortear la negativa de Ciudadanos en determinados puntos, contando con el PSOE (Polo Digital) o Málaga Ahora (continuidad de José del Río como gerente de Málaga, Deporte y Eventos).

De hecho hay un detalle significativo: Juan Cassá ha pasado en tres meses del «don Francisco» a «las cosas de Paco».