La compraventa de viviendas en Málaga continúa su senda alcista en 2015 y ya acumula, cumplidas las dos terceras partes del año, un total de 16.726 operaciones y una subida del 15,4% en relación al mismo periodo del anterior ejercicio. Tal volumen de ventas no se veía a estas alturas del ejercicio desde el año 2008, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria comenzaba a paralizar las ventas y daba paso a la crisis. La evolución de las ventas registrada en Málaga entre enero y agosto está además por encima de la media nacional, según los datos de Transmisiones de Derechos de la Propiedad publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE): en España se vendieron en los ocho primeros meses del año unas 240.000 viviendas, con un incremento de 12% sobre el mismo periodo del año precedente. La pujanza de Málaga también se refleja en su peso dentro del mercado inmobiliario andaluz, al registrar en lo que va de año una de cada tres compraventas de pisos registrada en la comunidad (en total, 48.269).

Como viene siendo habitual, el empuje de las ventas sigue sostenido este año por las viviendas usadas, que acaparan casi el 80% del mercado inmobiliario en Málaga, con cerca de 13.000 operaciones. Este segmento de inmuebles registra en la provincia un incremento del 54% sobre las cifras equivalentes de 2014. Por contra, las ventas de vivienda nueva caen un 38% y se quedan en 3.790. La explicación que dan en el sector a este predominio es que las viviendas que están en poder de los bancos -la principal oferta que hay ahora mismo en el mercado- computan a efectos registrales como inmuebles de segunda mano. Por contra, la oferta de pisos nuevos es muy reducida, ya que los promotores están esperando a que el stock de viviendas termine de tener salida para iniciar nuevas promociones. De momento, eso sólo ha ocurrido en zonas muy determinadas de la provincia como Marbella o Málaga capital, donde ya se están construyendo nuevas viviendas, aunque orientadas sobre todo a productos de segunda residencia para extranjeros. La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) viene comentando que, de continuar la buena evolución de las ventas, 2016 puede ser el año de reactivación del sector.

En cualquier caso, todo dependerá también de una mejora de la economía nacional que permita el retorno al mercado del comprador malagueño, ya que, hasta la fecha, la mejora en el ritmo de venta de viviendas está muy apoyada en el comprador extranjero. De hecho, los datos del Ministerio de Fomento conocidos la pasada semana ya revelaban que casi el 40% de las operaciones efectuadas en este 2015 en Málaga correspondían a compradores foráneos que compran segunda residencia y que, en la mayoría de ocasiones, pagan la vivienda al contado, sin necesidad de hipoteca. Pese a la buena noticia que supone la bonanza del turismo residencial, los constructores recuerdan que el sector sólo volverá a la normalidad con el retorno al mercado del comprador local. No en vano, la demanda de la población malagueña, en condiciones normales, es de más de 20.000 viviendas al año. Esa demanda lleva mucho tiempo desaparecida debido a la alta tasas de paro (todavía casi un 30%) y las dificultades de acceso al crédito hipotecario.