­La convocatoria de ayudas del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) para la instalación de ascensores en los bloques que carezcan de ellos -y que otorgará subvenciones máximas de 100.000 euros por comunidad de propietarios- incluye, por primera vez en un programa de estas características, una subvención para gastos administrativos con la que se quiere incentivar la participación de colectivos como los administradores de fincas, una figura que se considera clave para que los vecinos reciban asesoramiento y se decidan a optar al programa.

La convocatoria, que está abierta hasta el 13 de noviembre, estipula así en este apartado una cuantía de 1.500 euros dentro de cada ayuda que se conceda para sufragar tanto el informe técnico de evaluación del edificio (que debe llevar a cabo un aparejador) como la minuta por el trabajo extra que realice el administrador de fincas en esa comunidad de vecinos, desde la recogida de firmas, declaraciones de la entrada o certificados de empadronamiento hasta la tramitación de los documentos ante el IMV. «Estamos muy satisfechos con esta novedad, porque es la primera vez que se reconoce en un programa de este tipo la labor que realizan los administradores de fincas. No somos simples tramitadores, sino que asesoramos continuamente a los vecinos. Sin nosotros, muchas comunidades ni se plantearían presentarse al programa, porque hay que recoger los datos de todos los vecinos y rellenar mucho papeleo», apunta el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga, Fernando Pastor. De hecho, el IMV celebró esta pasada semana un encuentro en la sede de este Colegio para detallar el programa de ayudas, con la asistencia de unos 80 colegiados.

La apertura de esta línea de ayudas por parte del Ayuntamiento ha sido posible por iniciativa del PSOE, que logró que el equipo de gobierno las aprobase el pasado verano a cambio del apoyo socialista para que el Polo de Contenidos Digitales saliera adelante. El programa tiene una cuantía de dos millones de euros. Las ayudas se destinarán a garantizar la accesibilidad a las viviendas a las personas mayores o con movilidad reducida que vivan en esas comunidades.

El Ayuntamiento reconoce que el parque de viviendas presenta inmuebles con evidentes carencias de accesibilidad para sus habitantes. Son edificios construidos, en su mayor parte, en los años 60 y 70 y que no poseen elementos mecánicos para salvar los desniveles de la edificación, con ejemplos como la barriada de Dos Hermanas, junto a la avenida de Europa. El PSOE calcula que hay unas 5.000 bloques en esta situación. El programa, en todo caso, apenas dará en esta convocatoria para costear unos 35 ascensores, aunque la idea es dar continuidad anual a estas subvenciones (hay otras que se vienen dando desde 2011 de forma específica en Palma Palmilla, 26 de febrero o Virreinas).

Los requisitos para las comunidades que quieran acceder a este programa son que la antigüedad del edificio supere los 35 años y que tenga más de tres plantas El porcentaje de subvención a la comunidad de vecinos irá de un mínimo del 50% del coste a un máximo del 90%. Ese porcentaje irá en función de las rentas disponibles de los propietarios. La subvención máxima por comunidad será de 100.000 euros. Los ingresos de las unidades familiares de al menos el 50% de propietarios residentes no podrán ser superiores al 2,5 veces el IPREM.

Como explicó en su momento el edil de Ordenación del Territorio y Vivienda, Francisco Pomares, la subvención se realizará en especie: el IMV anticipará el porcentaje que deba financiar la comunidad, la cual se comprometerá a la devolución en un período no superior a diez años. Vivienda licitará las obras y coordinará los trabajos de ejecución hasta su entrega y, además, colaborará con la comunidad para buscar financiación con bancos, y posibilitar así el abono a plazos de la parte anticipada por el Consistorio.