La inversión municipal en los ayuntamientos malagueños no levanta cabeza y marca el mínimo de los últimos 15 años con apenas 146,9 millones destinados a obras. El repunte vivido el año pasado, que volvió a superar los 200 millones de euros con un aumento del 18% respecto a 2013, fue un espejismo electoral.

La convocatoria de las elecciones municipales en la primera mitad del año llevó a muchos ayuntamientos a apostar por las obras y la inversión como un motor de su campaña, dentro de las limitaciones presupuestarias que tenían. Ese esfuerzo llevó a los municipios malagueños a inyectar inversiones por valor de 204,9 millones de euros, una cifra muy por debajo de las registradas en años anteriores pero que supuso un cambio de tendencia al descenso continuado desde 2007.

Ese cambio de tendencia ha sido muy temporal. Los presupuestos de 2015, con las posibles obras previstas ya sin tiempo de tener un efecto electoral, han registrado un desplome del 28,4% del dinero disponible.

Son paradigmáticos los casos de Málaga capital, Vélez Málaga y Estepona, donde se aprecia claramente este sobreesfuerzo concentrado en el año 2014 y cierta relajación presupuestaria para este año en curso. La capital, que es el municipio que maneja más presupuesto de la provincia con diferencia, ha destinado a obras 31,7 millones para este año, frente a los 49 millones ejecutados en 2014. Aún así, uno de cada cinco euros invertidos por los ayuntamientos de la provincia se ejecutan en la capital.

Otros dos casos llamativos son los de Estepona y Vélez. En el primer municipio, el presupuesto de inversión se triplicó el año pasado, al aumentar desde los 6,4 millones de 2013 a los 19 millones del año 2014, para luego bajar a 6 millones en este ejercicio. Una tendencia parecida, aunque no tan acusada, es la vivida en Vélez, pasando de 9 a 11,3 millones de inversión en apenas un año, para descender a los 6,3 millones de euros para este año.

Por contra, hay municipios que han mantenido una partida de inversión creciente, tras los rigores de los recortes de años anteriores. Son los casos de Marbella y Torremolinos, que han ido recuperando presupuesto para obras según han contado con más fondos. Además está Fuengirola, que casi ha multiplicado por cuatro las inversiones para este 2015.

Gasto de personal. Los ajustes en los ayuntamientos se han hecho a costa de las inversiones, que es la partida más sencilla de sacrificar. Lo que no se ha tocado es el gasto de personal, que sigue acaparando más del 40% de los presupuestos municipales.

Durante los años de la crisis apenas se ha movido el gasto de personal, que supera los 700 millones de euros. Incluso en el presupuesto actual se aprecia un incremento de la masa salarial disponible para los funcionarios de la administración local, con 21 millones de euros más y 732,3 millones gastados entre todos los municipios. La explicación de este incremento se encuentra en la recuperación del poder adquisitivo perdido por los funcionarios en años anteriores, como la paga de Navidad.

Estas cifras tienen poco que ver con las que se manejaban hace quince años, cuando el gasto en personal era la mitad que el actual, con 354 millones de euros. La etapa de crecimiento económico llevó a incrementar las plantillas municipales de forma exponencial, ante la necesidad de gestionar nuevos servicios municipales o la ampliación de los existentes.