La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado, con la conformidad de los acusados, a cuatro hombres por secuestrar a la madre de un narcotraficante rival, trayéndola desde Valladolid hasta Málaga, con el fin de que su hijo les entregase cierta cantidad de droga que ellos pensaba que retenía. Asimismo, lo agredieron en la plaza Solymar de Benalmádena con navajas y otros instrumentos peligrosos y llegaron a robarle un móvil y una tablet. Los hechos ocurrieron en el mes de junio de 2012.

Las penas quedaron así: el cabecilla de la banda fue sentenciado a cuatro años de cárcel por un delito de amenazas, uno de detención ilegal, otro idéntico en grado de tentativa y un ilícito de lesiones. Otros tres compañeros de banquillo escaparon con un año y medio de cárcel por detención ilegal en grado de tentativa y otro de lesiones. También se impusieron diversas multas por faltas de hurto y lesiones.

Lo cierto es que los cuatro acusados se conformaron con el relato de hechos del fiscal y se declararon culpables tras ver cómo se les rebajaba la pena inicialmente solicitada. Uno de los protagonistas de esta sentencia está huido, por lo que el grupo inicial lo conformaban cinco personas.

Así, los cinco encausados «idearon lo necesario en orden a recuperar una cantidad indeterminada de droga que presuntamente poseían» otros dos individuos.

Para ello, uno de los encausados, durante los últimos días de junio de 2012, «realizó llamadas telefónicas a la madre de uno de los supuestos narcotraficantes rivales, en las que amenazaba de muerte a ella y a su familia si no aparecía su hijo o les entregaban una cantidad de dinero».

Por las mismas fechas, éste y otro trasladaron desde Valencia hasta Málaga a la madre de uno de sus rivales, «a la que tuvieron retenida menos de tres días, primero en una pensión y luego en un piso no identificados, con la finalidad de obtener información sobre la droga desaparecida.

Otro de los acusados, en compañía de terceros, el 27 de junio de 2012, vio a uno de sus oponentes en la plaza Solymar de Benalmádena, «al que ocasionaron lesiones leves en el labio y las costillas al tiempo que le decían que querían su parte».

El 22 de julio de 2012, considera probado el tribunal, accedieron al domicilio de uno de sus rivales, ubicado en un diseminado de Mijas, y, tras forzar una ventana para entrar, «lo golpearon utilizando instrumentos peligrosos como navajas, sin que consiguieran su propósito de llevárselo en un coche por la resistencia del mismo».

Este sufrió heridas y numerosas contusiones, así como la sección del tendón extensor de un dedo de la mano derecha. Muchas de ellas requirieron de puntos de sutura.

Asimismo, al afectado le sustrajeron el móvil y la tablet y le ocasionaron daños en las ruedas de su coche y en prendas de ropa. Igualmente, se llevaron otro móvil de un tercero, y 51 y 250 euros de otras personas. Eso sí, no consta que integraran una estructura permanente con duración indefinida para cometer delitos.