El Pleno del Ayuntamiento de Málaga ha aprobado por unanimidad, en una moción institucional, la creación de un censo canino municipal por caracterización genética (ADN) de sus componentes, lo que permitirá identificar al propietario de un perro cuyos excrementos sean abandonados en la vía pública o a los propietarios de perros abandonados o maltratados a los que sus propietarios hayan quitado el microchip. La puesta en marcha de este censo requerirá la modificación de la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales para regular el procedimiento de inscripción, que deberán seguir obligatoriamente los dueños de estos animales acudiendo a su veterinario habitual para someterse a las pruebas de identificación genética.

A partir de la entrada en vigor de la modificación de la Ordenanza, los propietarios de un perro en Málaga tendrán un periodo (en principio de seis meses) para realizar la identificación genética, que sólo habrá de efectuarse una vez en la vida del animal. El Ayuntamiento incluirá en su presupuesto una cantidad para subvencionar el coste de esta operación a aquellas personas sin medios económicos, en colaboración con el área de Derechos Sociales. Del mismo modo, aquellos perros que están acogidos en distintos refugios y por distintas asociaciones y protectoras y en proceso de adopción, no tendrán que ser censados hasta el momento de su cesión efectiva, como en el caso del micro chipado. Los perros guía estarán exentos.

Una vez realizada la identificación del ADN del perro, el veterinario entregará al propietario un carnet identificativo y una chapa para que la ponga en su collar, demostrativa de que tiene la prueba realizada y que contiene la identificación única del animal, además de la información relativa al micro-chip y su nombre. Esto permitiría además identificar fácilmente a los animales cuyos dueños no cumplan con la obligación de censar genéticamente a su animal.

Está previsto que, cuando finalice el periodo dado a los propietarios de perros para realizar las pruebas de ADN, las muestras procedentes de excrementos abandonados en la calle podrán ser recogidas por personal municipal, según un protocolo que garantizará la custodia y trazabilidad de dichas muestras, y enviadas a los laboratorios acreditados para identificar al animal mediante un análisis, para el que se ha calculado un coste de 18 euros. En el momento en el que se conozca la identidad de los dueños del perro, se procedería a imponer la sanción que establece la Ordenanza (un máximo de 500 euros)

El censo genético de los perros que residen en Málaga se realizará en colaboración con el Colegio Oficial de Veterinarios y cuenta con el apoyo de diferentes entidades y colectivos locales relacionados con los animales. Su desarrollo tiene el amparo legal necesario para poner en marcha todo este proceso, ya que el artículo 9 del decreto 92/05 de la Comunidad Autónoma detalla los datos mínimos que deben contener los registros municipales de animales de compañía y abre a los ayuntamientos la posibilidad de que sumen toda la información que consideren relevante, como en este caso, el ADN.

En el año 2014 el Centro Zoosanitario municipal de Málaga recibió un total de 1.574 perros, 653 recogidos por los servicios municipales y 921 que fueron entregados por su propietarios, cifras que aun siendo todavía demasiado elevadas, representan una mejora sobre los 710 y 1.594 respectivamente, que hacen un total de 2.304 perros que se recibieron en el año 2011. Medidas como la aprobada contribuirán sin duda a reducir aún más estas cifras y que el abandono animal y la impunidad de esta práctica se reduzca de forma drástica en un futuro cercano.

Manifiesto gatuno. Además, el pleno ha ratificado el manifiesto gatuno aprobado la semana pasada por la comisión de Sostenibilidad. El manifiesto aprobado contiene también otros puntos, hasta un total de diez, que regula la obligación de proteger a estos gatos, la aplicación de una normativa que ponga fin a las conductas delictivas contra los gatos; la prohibición de la desungulación (eliminación de las uñas) y otras mutilaciones; implantar medidas que ayuden al bienestar de los gatos y al etiquetado de los productos veterinarios tóxicos para los gatos que evite su envenenamiento.