El personal sanitario que atiende a los supervivientes del naufragio del pasado jueves en el Mar de Alborán ha alertado del delicado esta psicológico en que se encuentran las cinco personas que se encuentran ingresadas en Carlos Haya. Tres de ellos son hombres -uno de ellos salvó la vida de dos de sus compañeros de viaje- y dos son mujeres, una de las cuáles perdió a su bebé de 8 meses en el mar.

Los profesionales que atienden a los supervivientes no daban ayer crédito a la situación a la que parece que se van a enfrentar cuando les den el alta de los cuidados médicos. La Policía, tal y como publicó ayer ese periódico, comenzó al día siguiente de la catástrofe a hacer trámites para expulsar a ocho de los supervivientes. El protocolo se inició poco después de que los inmigrantes, todos de origen subsahariano, tocaran tierra y fueran atendidos por los voluntarios de Cruz Roja. Los que presentaban mejor estado fueron detenidos y trasladados directamente a la Comisaría Provincial de Málaga, donde pasaron la noche en los calabozos antes de incoarles los correspondientes expedientes de expulsión que más tarde tendría que refrendar un juez.

Los sanitarios criticaban ayer duramente la situación a la que se van a enfrentar ante la desidia de las autoridades. «El Gobierno debe tener humanidad con el drama de los migrantes frente a las costas de Málaga y no tratarlos como delincuentes», manifestó uno de los trabajadores, que alertó de que las personas que están ingresadas están traumatizadas y no están preparadas para volver a sus países tras haber perdido a sus hijos, hermanos, parejas o amigos en el mar a consecuencia de que la zodiac en la que viajaban se desfondara.

Ayer mismo, desde Cruz Roja Málaga explicaron que han solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Málaga hacerse cargo de los 15 supervivientes del naufragio. De momento tienen la autorización para responsabilizarse de las dos mujeres cuando reciban el alta hospitalaria. De los trece varones aún no tienen respuesta oficial, aunque esperan que les den su custodia y puedan llevarlos a todos al Centro de Atención del que Cruz Roja dispone en Puente Genil. Si no lograran el permiso para hacerse cargo de los 13 hombres de origen subsahariano, estos serán trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras antes de ser exportados a sus países de origen: Camerún, Costa de Marfil y Mali.

Mientras tanto, la búsqueda de los 35 restantes ocupantes de la patera que desfondó la madrugada del jueves continuó ayer sin resultados conocidos.