El modelo del Club Málaga Valley va a tener que cambiar, aunque sea a la fuerza. La búsqueda de nuevas vías de financiación va a requerir también de acercarse al empresariado local para contar con una base de trabajo. Precisamente la reivindicación que se lleva haciendo desde hace algunos años y que podría dar un giro a los objetivos de esta iniciativa de promoción.

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, José Luis Casado, defiende la buena labor del Club Málaga Valley, de la que fue fundador el colegio, calificándola como «rompedora, necesaria y fructífera». También reconoce que ha tenido que enfrentarse «a mucha incomprensión porque no se ha sabido explicar lo que hacía o por falta de presencia del tejido empresarial de Málaga».

Casado destaca que no se puede valorar al Club Málaga Valley por la inversión atraída, ya que su objetivo era otro: «Realizar una campaña muy fuerte de marketing para situar a Málaga como un entorno conocido para inversores en tecnología». En este sentido considera que la inversión realizada por el Ayuntamiento «ha sido muy rentable», aunque difícil de medir. No obstante, apuesta por un cambio de modelo ante una forma de actuar que considera «agotada» como es realizar eventos con altos directivos. El decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones incluso planteó un cambio «en la persona o la empresa que gestiona el club», en referencia a Javier Cremades, para darle una nueva perspectiva.

Rafael Ventura, director del Secretariado de Innovación y Emprendimiento de la UMA, también destaca el trabajo de Málaga Valley para situar la ciudad como «un lugar de atracción de empresas de base tecnológica», pero lamentó que la Universidad de Málaga haya tenido una presencia muy escasa en esta iniciativa, pese a ser uno de los motores del emprendimiento de la ciudad.

Ventura subrayó que están encantados de acudir como invitados «pero lo estaríamos más de tener más protagonismo, algo que no tiene ahora». Además se mostró muy asombrado por el desconocimiento mostrado en el Málaga Valley con la labor de la UMA en el emprendimiento, que ha traído a responsables de Telefónica, Repsol, Intel o Google para trabajar con los alumnos. «Tenemos capacidad para ser protagonistas», insistió Rafael Ventura.

Enrique González de Gor, gerente de la empresa tecnológica malagueña Netblue, es tajante: «Después de diez años, a Málaga Valley le ha condenado que no ha aportado un dato de lo que han hecho». Este empresario destaca que es una marca que se ha dado a conocer muy bien «pero luego no había nada debajo». «Se ha enfocado en los dos días de reunión y no en programas duraderos, como el fomento de las nuevas tecnologías entre jóvenes o apoyo al Spin Off», analiza esta empresario, que considera que la propuesta del club se aleja de la realidad empresarial.