«¡Ya estáis aquí, qué alegría!». Así saludaba una vecina del Mercado de la Merced la apertura de los puestos de venta tras ocho meses cerrados. Los comerciantes cumplieron así con su promesa de abrir el jueves ante la necesidad de empezar a trabajar para generar ingresos. Lo hicieron con una extraña mezcla de nerviosismo y alivio, ya que tienen por delante el reto de recuperar a su antigua clientela, que poco a poco se fue pasando por las nuevas instalaciones.

Había mucha curiosidad por conocer cómo iba a ser el nuevo mercado, que se presentó más luminoso, con pasillos amplios y los puestos remozados ya agrupados en una misma zona. Atrás quedó la imagen de decrepitud y abandono del antiguo mercado.

El género llenó las estanterías por primera vez tras ocho meses sin actividad, al menos en dieciséis de los dieciocho puestos disponibles. Quedaban dos por abrir sus puertas, una pescadería y una tienda de tes, que en los próximos días reiniciarán su actividad.

Además de la nueva imagen de estos puestos, el Mercado de la Merced presentaba una novedad que los comerciantes esperan mantener si encuentran respuesta ciudadana. El horario será de 12 horas, abriendo de 8.00 a 20.00 horas. «Vamos a intentarlo a ver si aprovechamos que viene más gente con la zona gourmet», explica Ana María Cebrián, presidenta de los comerciantes y que regenta el puesto La buena fruta, quien apunta que si al final no compensa económicamente volverán al horario habitual de los mercados, de 8.00 a 15.00 horas.

La satisfacción de los comerciantes con el mercado era ayer total. Los puestos estaban completamente remozados y con instalaciones nuevas. Sin embargo, se repetían dos quejas con cierta frecuencia. La primera era el retraso en la apertura, cuando les prometieron que la reforma del mercado iba a durar dos meses y al final se alargó a ocho. La otra queja era el retraso en los pagos: «Todavía nos deben dinero. nNos han pagado un mes y temo que sea para que nos callemos, pero si el 10 de noviembre no han pagado, organizaremos una manifestación», aseguró Marisol, del puesto de pescado congelado Delicias del Mar, que reconoce que los ocho meses parada le han pasado factura física y económica.

María, de la Carnicería José Florido, pone una pega más y es el suelo elegido para el mercado, ya que considera que no se aprecia limpio por mucho que se intente. «Es la única queja, porque el resto está muy bien», insiste María.

Renovación en los puestos. La apertura del mercado ha servido a algunos puestos para renovarse y buscar nuevas fuentes de ingreso. Es el caso de Patri y Laura, hermanas que llevan el puesto de La boutique de las especias. Aprovechando su cercanía con los puestos de cocina gourmet y al darse cuenta de que no hay una heladería cerca, han incorporado una máquina para hacer helados en su puesto. «Como estamos cerca así ofrecemos un postre para los que vayan al gourmet», asegura Laura, que señala que también han comprado una máquina para hacer palomitas.

La llegada de clientes fue progresiva a lo largo de la jornada. Al principio hubo muchos curiosos, que se daban un paseo, miraban los puestos y los precios, pero no compraban. Sin embargo, pasadas las dos primeras horas de la apertura las ventas se empezaron a animar, aunque todavía a un ritmo más lento de lo esperado. «Hay mucha gente que todavía no sabe que hemos abiertos», explicó Irene de la Panadería Rafalito, que espera que en las próximas semanas aumente la clientela.

El Mercado de la Merced conserva los 18 puestos que tenía de venta de productos antes del cierre para la remodelación. Estas obras han modernizado y mejorado sus puestos, abriendo ayer 16 de ellos, ofreciendo cuatro puestos de fruta y verdura, tres de pescado fresco, cuatro de carne, uno de especias, dos congelados, uno de pan y uno de chacina. Quedan por abrir un puesto de tes y especias y otro de pescado, que se espera que no tarden.