­«¿Usted sería capaz de vivir durante 14 meses sin cobrar?» La pregunta la hace Elio Zorat, portavoz de los trabajadores del CIO de Mijas, que invierte los papeles en la entrevista. Los seis trabajadores de este centro de formación llevan más de un año sin recibir un euro por su trabajo. Y sin dar clases desde 2013. Por eso se unieron ayer a la manifestación convocada por la plantilla y los estudiantes de las escuelas de hostelería de La Cónsula y La Fonda, que salió desde la plaza del Obispo hasta la sede de la Delegación del Gobierno de la Junta en Málaga, en la Alameda.

«Llevan tres años con la misma milonga. Ya no nos creemos nada», resumía Jesús Camarero, profesor de cocina de la escuela de Churriana, que la pasada semana ya estuvo de huelga durante dos días, lo que obligó a cerrar el restaurante. Ya sospechaban que la Junta no iba a cumplir. Los trabajadores han perdido toda la paciencia, si es que les quedaba alguna. Ha terminado octubre y con él todas las esperanzas de poder cobrar lo que les deben.

Pero la trágica historia de estas escuelas va más allá. No hay dinero siquiera para funcionar con normalidad. «Tenemos alumnos porque la Junta ha querido y ya no solo es que no cobremos, es que no hay liquidez, debemos a los proveedores que nos servían antes y a los que lo hacen ahora, a cuenta», se lamentaba Antonio Ruiz, segundo jefe de cocina de La Fonda, que hace las funciones de jefe tras la dimisión del titular. Una plaza que, por cierto, aún está vacante.

Faltan herramientas, la maquinaria se estropea y no hay con qué arreglarla. No solo en las cocinas, también en las aulas. «Faltan teclados, ratones, proyectores...», insiste Rafael Caumel, profesor de Gestión de La Cónsula y La Fonda. Él, al menos, como el resto de la plantilla de la escuela de Churriana, ha cobrado los meses de septiembre y octubre, gracias a la aportación de 110.442 euros efectuada por el Ayuntamiento de Málaga. Los de La Fonda siguen a la espera. «Y el Ayuntamiento de Benalmádena se ha desinhibido por completo. Al ser del mismo signo político toda pasa a la Junta y a la vista está que la Junta no paga», denuncia.

Pese a la última aportación municipal, los trabajadores de La Cónsula llevan seis nóminas de retraso. Y los de La Fonda ocho. La situación de los trabajadores del CIO de Mijas, la única escuela con modelo mixto público-privado, es aún peor: 14 meses sin cobrar.

«Susana Díaz ponte al día», rezaba la camiseta de un alumno. Según los presupuestos transitorios aprobados hace más de un mes por los consejos de ambos consorcios, la Junta tiene que aportar en La Cónsula 441.688 euros (el 80%, correspondiente a su cuota de participación). El Ayuntamiento de la capital sí ha desembolsado los 110.442 que le tocan (20%), lo que ha permitido a los trabajadores cobrar las dos últimas nóminas. En La Fonda se deben aportar 317.688 euros.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, Francisco Pomares, y la concejala de Juventud, Elisa Pérez de Siles, estuvieron presentes para apoyar a los trabajadores. Cuando la marcha llegó a la sede de la Delegación del Gobierno, los representantes de los trabajadores fueron recibidos por el delegado, José Luis Ruiz Espejo. «Nos ha dicho que el camino está trazado, que se está trabajando y que desde Málaga están muy pendiente del tema, pero que en el SAE hay un atasco y que el problema está en Sevilla», resumió María Luisa Vargas, portavoz de la escuela de La Cónsula.