Cruz Roja se hará cargo de las dos mujeres que ocupaban la patera rescatada la pasada semana y no fueron detenidas por razones humanitarias, ya que una perdió a su bebé y otra a un hermano, aunque no evitaron que la policía les abriera un expediente de expulsión.

Fuentes de la organización humanitaria confirmaron ayer que la última ya se encuentra en el centro de atención a extranjeros que Cruz Roja tiene en Puente Genil (Córdoba) y que la otra será trasladada al mismo lugar en cuanto reciba el alta en el Hospital Regional, donde ayer permanecía la madre del bebé desaparecido junto a uno de los 13 varones que ocupaban la embarcación.

Asistencia jurídica. En el centro de Puente Genil, las chicas tendrán alojamiento, comida y atención sanitaria, psicológica y jurídica, puesto que desde Cruz Roja señalaron que el objetivo es que aleguen razones humanitarias para que se puedan quedar en España. Sin embargo, la organización anunció a este periódico que no se ha olvidado del resto de náufragos que escalonadamente han sido trasladados desde Málaga al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras como paso previo a la expulsión del país. Tanto es así, que han solicitado a la Subdelegación del Gobierno la derivación de todo el grupo, aunque ayer todavía no habían recibido respuesta.

En todo caso, el proceso de expulsión sigue vigente, «independientemente del tiempo que sigan en España». Así lo explicó ayer el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, aunque prefirió no aventurar nada porque las mujeres podrían aducir motivos para demostrar su arraigo o pueden tener un tratamiento diferente y finalmente no ser devueltas a su país. Briones también dijo que la Policía Nacional investiga si en la embarcación viajaba alguno de los traficantes que facilitaron la travesía a los 15 supervivientes de la patera, en la que se han contabilizado cuatro muertos y 35 desaparecidos.