La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), trabaja en nuevas técnicas para el control biológico de plagas y enfermedades en cultivos subtropicales con el fin de dar respuesta a los principales obstáculos que tienen los productores de mango y aguacate principalmente, según explicó ayer el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Javier Salas. El centro del Ifapa de Campanillas acogió precisamente una jornada técnica sobre la transferencia de resultados de investigación en cultivos subtropicales.

El objetivo del encuentro fue la difusión de los resultados del proyecto de investigación sobre control biológico de plagas y enfermedades en subtropicales que lleva a cabo el Ifapa y que se basa en la búsqueda de soluciones a tres graves enfermedades de estos, que son el ácaro del aguacate (Oligonychus perseae), la cochinilla blanca del mango (Aulacaspis tubercularis) y el hongo Rosellinia necatrix, también en el aguacate.

El ácaro del aguacate es una plaga que puede producir caída prematura de hojas y la consiguiente quemadura solar de los frutos, mientras que la cochinilla del mango provoca decoloraciones en fruto que lo deprecian fuertemente. Por su parte, el hongo Rosellinia necatrix causa la muerte rápida de los ejemplares de aguacate, sin que quepan apenas intervenciones paliativas. Las soluciones aportadas a estos agentes fitófagos se inspiran en un principio de sostenibilidad de los cultivos, en el ámbito del control biológico.

Mediante este proyecto, de tres años de duración y desarrollado por expertos de Ifapa de Málaga, se han realizado ensayos de campo y acciones formativas dirigidas al sector como cursos para el cultivo del aguacate, talleres de entomología en subtropicales o jornadas para la protección de enfermedades de este tipo de cultivos.

El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, a través de sus centros de Churriana y Campanillas, lleva a cabo más de 40 acciones formativas al año (casi 1.500 horas lectivas) de las que se benefician más de 30.000 agricultores en Málaga.