La Jefatura de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Málaga está realizando esta semana con sus examinadores una ronda intensa de salida a las comarcas para desatascar el tapón de alumnos que está pendientes de hacer la prueba práctica para sacarse el carné de conducir, después de la huelga parcial de mes y medio secundada por este colectivo, y que finalizó la semana pasada. Según los cálculos de las autoescuelas malagueñas, el paro de los examinadores dejó una cola de 2.000 alumnos en las comarcas de Ronda, Antequera y Marbella a la espera de poder hacer el examen.

El portavoz en Málaga del colectivo de examinadores Asextra, Manuel Augusto Fernández, explicó ayer que Tráfico ha dedicado esta semana casi en exclusiva a hacer pruebas fuera de la capital. El pasado martes, los examinadores se desplazaron a Ronda, el miércoles y ayer jueves fueron a Marbella y hoy acudirán a Antequera. En todas estas comarcas no se realizaban pruebas prácticas desde inicios del mes de septiembre. Los trabajadores están haciendo horas extras para tratar de examinar cada día al mayor número de alumnos posibles. En Antequera y Marbella se han echado dos horas añadidas a la jornada y en Ronda, tres. En principio, la semana que viene volverá a haber algunas salidas a las comarcas, aunque el plan de trabajo no está aún establecido.

La huelga de este colectivo -conformado por unos 23 examinadores en activo en Málaga- ha dejado en la provincia un tapón de 4.700 alumnos pendientes de poder hacer la prueba práctica (2.700 en la capital y 2.000 en las comarcas). Se espera que este volumen vaya reduciéndose en las próximas semanas.

El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Málaga (APAE), Antonio Martín, celebró la progresiva vuelta a la normalidad del sector y apuntó que, a buen ritmo, este número de alumnos sin examinar podría estar resuelto incluso para antes de Navidad. «El flujo de exámenes está siendo muy bueno. Incluso nos consta que Tráfico está aumentado el cupo de examinadores en este tiempo para normalizar cuanto antes la situación. Lo malo es que a algunos de nuestros alumnos los hemos perdido, porque eran universitarios que se iban fuera y querían sacarse el carné antes de empezar el curso. Puede que ya hagan el examen en el lugar donde están estudiando», dijo.

El paro de los examinadores provocó una gran quebranto para las autoescuelas, ya que durante ese tiempo se perdieron el 50% de las clases prácticas que se impartían normalmente en la capital y hasta el 80% de las que se realizaban en las comarcas.