La farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), fabricante de Bexsero, la vacuna contra la meningitis B, está teniendo problemas de abastecimiento ante la gran demanda de la población. En España, la vacuna se vende libremente en las farmacias desde el pasado 1 de octubre, aunque desde el primer día se han constatado los problemas de producción del laboratorio.

Fuentes de la cooperativa Cofarán han informado a lo largo de estas semanas de que están teniendo problemas de escasez con la vacuna desde el primer día de venta libre. La alta demanda ocasiona que hagan grandes pedidos, de los cuáles reciben un cuarto menos. Según han vuelto a informar, el laboratorio ha informado de que el servicio estará normalizado para el próximo diciembre.

El Ministerio de Sanidad aclaró a Europa Press que en los hospitales públicos españoles hay unidades «de sobra» para proteger a la población de riesgo y hacer frente a brotes y contactos de casos aislados, y precisaron que en España los problemas de abastecimiento sólo se están dando en Galicia, donde hay una mayor demanda en farmacias. Información que contrasta con Málaga, donde los propios farmacéuticos han reconocido no recibir ni una sola dosis pese a pedirlas a diario.

La vacuna está recomendada a partir de los dos meses de vida frente a la enfermedad meningocócica invasiva causada por «Neisseria meningitidis» serogrupo B, pero en España no está incluida en el calendario de vacunación infantil del Sistema Nacional de Salud (SNS). El pasado 15 de septiembre la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente de Sanidad, autorizó el cambio de las condiciones de prescripción para pasar de uso hospitalario a prescripción médica no restringida, lo que permitía su venta libre en farmacias.

El problema actual, no obstante, se debe al incremento de la demanda que están sufriendo «a nivel mundial», según informó la compañía en un comunicado, lo que ha causado un impacto en la planificación de las entregas de los primeros pedidos que ha provocado una distribución equitativa de las dosis disponibles. Además, niegan que se deba a problemas en la fabricación de la vacuna y admiten que están tratando de responder lo más rápido posible, si bien reconocieron que su fabricación es «compleja» -de alrededor de 9 meses- y hace que no sean capaces de atender la demanda tan pronto como quisieran.

«En GSK estamos trabajando intensamente para poder solventar esta situación y normalizar el suministro lo antes posible», dijeron las fuentes.